Me gustaría dar palabras de aliento, hacer sentir bien a las personas y sonreír siempre para transmitir confianza y seguridad pero la verdad es que me estoy cagando de miedo por todos los problemas que tengo que afrontar. Siento que estoy nadando en el infinito y bravo mar, sin ayuda, sin consuelo y lo único que siento es miedo, nunca me ha gustado mucho el mar y ahora que me encuentro en medio de él se me hace imposible ignorarlo.
Nadar me está agotando. Me estoy rindiendo, a cada segundo, a cada minuto, a cada hora que sigo nadando sin llegar a algún lado. "En algún momento llegaré" me repito cuando vuelvo a encontrarme con ese sentimiento que me grita que debo rendirme, trato de darme aliento, impulso y motivación, pero, exactamente ¿A dónde se supone que llegaré? He nadado y nadado por años sin llegar a ningún lado, a veces el cielo es demasiado claro y el mar está en calma pero otras veces simplemente todo está a favor de que me rinda, de que simplemente deje de intentarlo y así dejar de nadar y hundirme para tocar el fondo del mar.
No sé qué me aterra más, este mar al que no le veo fin, del que estoy cansada de estar y que cada vez me exige más y más o la vida, que está llena de problemas, de situaciones que te obligan a ser fuerte, a no llorar, a seguir caminando incluso cuando ya no sabes de dónde agarrar fuerzas. Quiero pensar que en algún momento llegaré a ese lugar donde entonces descansaré y disfrutaré, miraré de nuevo ese mar que al final no fue infinito y reiré, burlándome de aquello que tuve que soportar, que tuve que enfrentar, todo aquello que tuve que nadar.
Si comparo el mar con la vida, creo que me aterran por igual. Piénsalo, no sabes lo que hay en el mar así como no sabemos lo que habrá en nuestra vida, los animales que ahí habitan podemos decir que son esas situaciones que debemos afrontar, nunca sabemos qué tan fuertes, qué tan valientes y qué tan perseverantes podemos ser hasta que lo comenzamos a vivir, hasta que lo sentimos y lo afrontamos. Si, la vida y el mar se parecen mucho, un lugar desconocido lleno de cosas maravillosas y hermosas pero también lleno de misterios que pueden abrumarnos, que pueden aterrarnos.
Solo quiero nadar en aguas claras, en aguas donde pueda ver lo que hay, lo que habrá, sin embargo, ni el mar ni la vida es como nosotros queremos que sea, ni será como queremos. Si, aprendemos a valorar las cosas buenas, las cosas lindas durante la tormenta, durante ese sentimiento llamado MIEDO, es ahí en medio de la oscuridad, justo al borde del abandono por aquello que peleamos es que comenzamos a valorar cuando el agua es clara y cristalina. Nada, solo nada y verás que en algún momento esa tormenta que ahora atraviesas, ese mar implacable que te aterra se convertirá en una bella playa cristalina y pacífica donde podrás descansar y reírte de tu pasado, sentirte orgullosx por lo que has logrado, por las cosas que has enfrentado y solo entonces podrás entender que tenías que vivir eso, que tenías que sufrirlo y superarlo, aprendiste a valorar, a ser persistente, a no rendirte a pesar de las circunstancias porque tenías la confianza de que algún día llegarías a sentir paz, llegarías a ese lugar donde el aire es puro y la vista es hermosa, donde el sol te cobija y la arena marca tus pasos mostrándote de donde has venido. Nada, solo nada y llegarás.
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Sobre las nubes
PoetrySobre las nubes, con tinta y papel, con una mente y corazón deseosos de respuestas a las dudas que aparecen sin aviso y sin permiso. Sobre las nubes está mi historia... ¿Dónde está la tuya?