Pinté mi pared con flores, con animales, con libertad, y con felicidad. Pinté mi pared con un lobo también, le aúlla a la luna diariamente por temor a que no vuelva a aparecer la noche siguiente.
Adorné con flores mi armario, puedo decir que de todos los lugares en el mundo...ese es el que más me aterra, es por eso que decidí ponerle flores. Busqué rosas, gladiolas incluso busqué margaritas y no fue para que se viera lindo, sino para que cuando tenga que ir a ese lugar no me sienta tan aterrada por lo que pueda sentir.
Colgué en mi pared las pinturas que pude terminar y plasmar, aquellas que aún están incompletas las guardo en mi mente e intento darles un final. Las historias de ficción, los cuentos y la fantasía han creado un mundo de perfección muy lejano al que nosotros vivimos. Cuando tengan un final, podré plasmar en pintura aquella historia que no engaña, que no miente y que es mejor que cualquier otra, pues se vivió en carne propia.
También colgué mis dibujos, esos de hace años y esos que voy terminando...juntos, no puedo notar la diferencia de años, pero si puedo sentir la historia que cada uno cuenta. Al dibujar se cree que lo más importante es que quede perfecto ignorando el sentimiento que pueda transmitir. Cuando veo mis dibujos en la pared puedo ver sus imperfecciones, sus errores...pero también puedo ver el secreto que el autor no quiere contar, ese secreto del que no quiere ni hablar.
Adorné mi espejo con rosas, dicen que son las flores más hermosas, pero aun así sigo viendo imperfecciones cuando mi reflejo está en aquel espejo.
Por último, escribí todo para que quedara en papel que todo lo que hice y pensé fue para mantenerme cuerda; cuerda de mis propios pensamientos y sentimientos...para no ahogarme en el olvido de acciones huecas y sin sentido.
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Sobre las nubes
PoezieSobre las nubes, con tinta y papel, con una mente y corazón deseosos de respuestas a las dudas que aparecen sin aviso y sin permiso. Sobre las nubes está mi historia... ¿Dónde está la tuya?