Como estrellas fugaces

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Incluso tu amor era extraño, nunca lo cuestioné porque me gustaba; la forma en la que me amabas, cómo lo demostrabas, todo de tí me gustaba. Solo que no pensé que fuera a ser tan doloroso y tan rápido, nos desvanecimos como polvos de estrellas con el pasar del viento.

El tiempo fue nuestro enemigo desde el principio, lo sabíamos y aún así, lo apostamos todo el uno al otro. No queda mucho que decir; las noches contigo fueron mágicas pero fugaces, los días eran cansados pero inolvidables, contigo viví aventuras que jamás imaginé que viviría y si pudiera regresar el tiempo para poder pasarlo contigo, lo haría, incluso si es sufrir de nuevo aquellos errores que ambos cometimos y que, poco a poco, nos fueron apagando.

Fuimos una promesa de dolor, de llantos y de pasión, fuimos la promesa que no se hace por miedo a perderlo todo, pero estábamos tan seguros de nosotros, que jamás pensamos en las consecuencias y no era necesario, al menos, no para mí... Enamorarme de tí fue como enamorarme de lo impredecible, de la aventura y de la adrenalina, no me arrepiento, solo quiero que vuelvas, que funcione, pero el dolor que sentimos aun estando lejos del otro es algo que no nos permitimos, nos amamos tanto que no queremos lastimarnos más de lo que ya lo hicimos, nos amamos tanto... Que entendemos que fuimos como estrellas fugaces.

Espero que, al caer la noche, vueles por el cielo con la libertad que tanto amaste, y tranquilo, no te preocupes por mí, en la noche, brillaremos como solo nosotros sabemos hacerlo, solo que esta vez, y por el resto de nuestras vidas, no podrá ser al lado del otro.

Sobre las nubesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora