un dia con papa yuzuvier (adaptacion)

~PUCHERITO 1~

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-Yuzuru

-Mmmh

-¿Por qué una academia de Patinaje irá a acampar al bosque?

-Bueno ¿recuerdas la competencia del mes pasado?

-Pues claro, obtuvieron el primer lugar a nivel nacional.

-Exacto cariño, y esto es algo así como una recompensa por el esfuerzo de los Patinadores, la reunión de hace días fue para acordar fechas y temas pendientes, los niños votaron por un campamento al aire libre y eso es lo que haremos.

La sonrisa orgullosa de Yuzuru se dejaba ver claramente en su rostro. Enseñar a niños y niñas patinaje artístico sobre hielo era uno de sus sueños hechos realidad, el primero había sido ser un bailarín famoso y reconocido, pero en cuanto el pequeño Shoma había llegado a sus vidas, la. metas cambiaron, y si él ya no podía estar sobre en la pista entonces se encargaría de enseñarles a quienes tienen pasión por el patinaje.

-Ah, ya veo.

Esa conversación la habían tenido hace poco, y Javier no se sentía capaz de decir que no cuidaría al bebé, simplemente no era justo, pero aún así sabía que cuidar a su hijo sería algo... Entretenido.

El pelinegro suspiró rendido, hace dos días Yuzuru le había pedido cuidar a Shoma por una semana entera, y desde entonces su sentido común le mandaba señales alerta.

Javier Fernández no estaba capacitado para una semana entera al lado de Shoma Fernández .

Ya sentía su pobre alma abandonar su débil cuerpo.

Yuzuri se iría en tres días y Javier se sentía cada vez más desesperado.

Shoma era una bolita de ternura y buenos modales cuando su papi estaba cerca.

No había berrinches ni lloriqueos sin razón, porque una mirada seria o unas cuantas palabras de Yuzuru podían detener cualquier travesura que el bebé estuviera haciendo.

Justo como había pasado esa mañana.

Javier iba saliendo de la habitación principal cuando vio a Shoma de puntitas frente al estante de la televisión, tratando de alcanzar una bola de cristal, estaba a punto de echarse a correr para alejar al bebé cuando de la cocina salió Yuzuru diciendo...

-¡No! Deja eso Shoma Fernández.

Esas simples palabras bastaron para
que el bebé enfocará la vista en el nipón,soltara una risita llena de diversión y saliera corriendo a seguir jugando con sus juguetes sobre la alfombra.

El pelinegro tardo un rato en estado de shook. ¡¿Qué rayos había sido eso?! Magia negra...

No había otra explicación, Javier estaba seguro que esa manera de controlar al bebé era obra de magia y de la magia negra de esas que salen en las películas.

Pues él había intentado con todas las palabras conocidas y por conocer, pero su bebé simplemente no le hacía el más mínimo caso. En ocasiones como esas, se preguntaba si las travesuras serían una especie de venganza por parte de su hijo al no pasar tanto tiempo con él.

Pero Javier de verdad se esforzaba para darle todo a su pequeña familia, al menos lo que económicamente estaba a su alcance, aunque también reconocía su ausencia en casa la mayor parte del tiempo.

Era Yuzuru quien pasaba todo el día todos los días al lado de su hijo, incluso lo llevaba a su trabajo.

Había tomado una decisión...

Le daría a su pequeño bebé la mejor semana a su lado, y trabajaría menos tiempo en la oficina para estar al lado de su familia.

Javier Fernández sería un buen esposo y un buen padre.

El pelinegro estaba tan metido en sus pensamientos que se olvidó de vigilar a Shoma mientras Yuzuru se bañaba, cuando noto la ausencia de su su bebé
sobre la alfombra se levantó y corrió a la cocina para abrir el refrigerador pero Shoma no estaba ahí, salió de nuevo a la sala y logró ver a su hijo a un lado de la mesa jugando con unas hojas y un marcador, el suspiro de alivio que iba a dejar salir se transformo en un jadeo asustado al ver las letras de sus canciones ser modificadas por el marcador en la diminuta mano de su bebé.

El trabajo que iba a enviarle a stephane estaba siendo destrozado por Shoma.

Javier rogaba haber guardado una copia en el USB, pues de lo contrario, estaba seguro que se dejaría caer de un décimo pisó.

Su computadora no servía, su única esperanza era el USB, que por cierto, estaba desaparecido.

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