un dia con papa yuzuvier (adaptacion)

~Pucherito 3 ~

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Muy bien bodoque, tenemos que poner algunas reglas ¿de acuerdo?

Javier miraba fijamente a su pequeño hijo que estaba sentado en el sofá succionado su dedito pulgar.

Después de regresar de la central, Javier había sentado a Shoma en el sofá y se había puesto de cuclillas para verlo fijamente, pero el bebé paseaba su vista por toda el lugar como buscando algo y claramente no le estaba presentando la más mínima atención a su pelinegro padre.

-Cielito, no vuelvas a tomar las cosas sin permiso, yo se que me entiendes y no quieres que termine en la cárcel ¿verdad? Javier sólo obtuvo balbuceos como

respuesta.

El bebé regordete dejó de chupar su dedito y se puso de pie sobre el sofá mirando sobre el respaldo hacia el pasillo de la habitación.

-Papi.

Se mantuvo un momento en silencio, esperando a que alguien le respondiera.

Dio saltitos sobre el sofá y alzó su vocecita sin apartar la mirada del pasillo.

-¡Papi!

Javier sintió su corazón ser estrujado, su hijo estaba llamando a Yuzuru, estaba esperando a que saliera de la habitación.

-Cielito...

-¡Papi papi!

-Shoma, mmh ¿como hago esto? Mi cielo, papi Yuzuru no está.

-¡¡Papi!!

Shoma comenzó a gimotear al ver que el nipón no aparecía para llenarlo de besitos y cosquillas como hacía cada vez que lo llamaba, se dio la vuelta con los ojitos llenos de lágrimas y se lanzó a los brazos de Javier soltando lagrimitas y llamando a Yuzuru.

Fue cuestión de segundos cuando el verdadero llanto se dejó oír por todo el lugar, Shoma lloraba y llamaba desesperado a Yuzuru.

El pelinegro mayor lo había llevado a la habitación para que viera que el nipón no estaba, pero no contó con que eso solo haría más fuerte el llanto, su bebé lloraba con tanta tristeza soltando suspiros que le partían el corazón.

Llevaban más de media hora en la misma situación, los ojitos de Shoma ya se habían hinchado y tenía las mejillas rojas llenas de lágrimas.

Javier ya no sabía que hacer, le había
dado dulces, prendido la televisión,
preparado un biberón, incluso le había
puesto su teléfono en las manitos, pero
nada parecía calmar a su hijo.

Estaba por ponerse a llorar junto al bebé cuando una grandiosa idea llego a su mente.

Llamaría a su esposo.

Una, dos, tres veces y siempre el mismo
mensaje.

El número que usted marcó no está
disponible o se encuentra fuera del área de servicio, por favor intente más tarde.

Javier estaba desesperado, el llanto de
Shoma sólo parecía intensificar a cada
minuto, si seguían a ese paso, su hijo se
iba a deshidratar y él se iba a volver loco.

En un momento de frustración, quiso
dejar caer su cabeza sobre el apoya brazos del sofá, pero había olvidado que ahí se encontraba el biberon de JiHoon y se golpeó duramente la cabeza.

Soltó una maldición por lo bajo y se vio
obligado a hacer una mueca extraña de
dolor 'y... ¡Oh sorpresa!

Shoma había dejado de llorar y en su lugar lo veía atentamente, soltó una risita con un suspiro y aplaudió.

-¿Quieres verme sufrir?

-¡Papá!

El español se sobaba la cabeza con una mano y con la otra secaba las húmedas mejillitas de su bebé.

Hizo una mueca extraña y Shoma volvió a reír, lo repitió y el sonido de la risita lleno la habitación.

Habían pasado diez minutos y Javier estaba nuevamente frente a su hijo, aunque ahora se encontraba haciendo morisquetas y bailes graciosos para divertir a su bebé, que aplaudía a cada ocurrencia que él hacía.

Bueno no había sido tan malo, pero estaba seguro de que si alguien de sus amigos lo viera haciendo esas cosas, tendrían material suficiente para reírse de él el resto de su vida.

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Bueno este es el capítulo de hoy apartir de ahora voy a subir los viernes un nuevo capítulo

Cuidense adiós.