un dia con papa yuzuvier (adaptacion)

~PUCHERITO 6~

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Un par de horas más tarde, un nuevo problema había surgido entre ambos Fernández.

Javier jamás pensó que cambiar un pañal sería tan difícil. Shoma  había tomado leche con chocolate por la mañana, después había comido su infaltable papilla de manzana y por último un gran biberón de juguito de uva, era obvio que la naturaleza iba a llamar, pero lograr cambiar un pañal estaba resultando ser un verdadero desafío para Javier Fernández.

corrió por toda la casa Javier no había hecho tanta actividad física en mucho tiempo.

Finalmente había logrado atraparlo cuando el bebé estaba intentando ocultarse dentro del refrigerador.

¿De dónde rayos había sacado esa idea?

Una vez lo tuvo en sus brazos, fueron directo a la habitación en donde horas atrás, el  cuerpito de Shoma había cometido un horrible crimen en contra de su computadora.

Le quito los pequeños pantalones y se cubrió la nariz haciendo caras raras. -

Shoma creo que te estás echando a perder

El pequeño pelinegro soltó una risita adorable y milagrosamente se dejó limpiar pero huye en cuanto su papá fue a tirar el pañal sucio a la basura, cuando Javier volvió la vista a la cama, lugar en el que su hijo debería estar, lo encontró bajando entre las sabanas por el lado contrario del que él estaba.

-Ah no de nuevo hijo mío. Javier suspiro y rodeo la cama con intención de sujetar al niño pero Shoma se escabulló por debajo de la cama para salir de la habitación.

El pelinegro mayor camino detrás de su pequeño hasta la sala, no tenía tantos ánimos para volver a correr tras él así que sólo lo observo sentarse sobre una almohada que estaba en la alfombra y comenzar a jugar con winne poo de peluche. Había decidido que podía dejarlo así un rato, en lo que el se recuperaba del agotamiento físico y mental que su ángel le estaba provocando, lo miró nuevamente y el bebé estaba sumamente concentrado en jugar con ese peluche, se levantó del sofá y fue hasta la cocina por un vaso de jugo. Cuando estaba sacando el envase del refrigerador, un ruido de algo rompiéndose lo hizo girar la vista de inmediato hasta donde había dejado a su bebé y como un deja vu, Shoma ya no estaba sentado en la alfombra, en cambio estaba parado de puntitas frente al estante donde se encontraba la televisión.

Shoma estaba estirando su regordeta manito, con la intención de tocar los botones de la TV, pero en su afán por encender, el cisne de porcelana que tanto cuidaba Yuzuru estaba partido en pedazos sobre el suelo. Ni bien recuperó el sentido, corrió a tomar en brazos a su bebé, alejandolo de los peligrosos pedazos de la porcelana.

-Cielito, últimamente rompes todo lo que tocas, ya no te dejaré jugar con la tía evgenia.

Shoma soltó una risita y se acomodó sobre el pecho de Javier en un cálido abrazo. El pelinegro mayor suspiro, y fue con a sentarse en el cómodo sofá su bebé, quien aún seguía sin pañal ni pantalones.

Estuvo besándole las mejillas y haciendole cosquillas, todo parecía muy lindo y tierno hasta que Javier sintió un líquido caliente recorrer desde su abdomen hasta sus piernas. Sabía lo que era y no quería bajar la mirada, no quería hacerlo porque sabía que aún se encontraban en el sofá, y bueno sus muslos también podían sentir la humedad. Con un suspiro de resignación, Shoma soltó una risita y se acomodó sobre el pecho de Javier en un cálido abrazo.

Alzó a su bebé y bajo la mirada hasta su regazo, donde por supuesto, Shoma había decidido dejar salir el juguito de uva que había consumido. Su camiseta, su pantalón y más importante, las almohadas del sofá estaban mojadas, lo suficientemente como para tener que encender la lavadora y meter todo ahí rogando para que se secan antes de la llegada de su lindo esposo. Le dedico una mirada cansada a su bebé y luego miró de nuevo el sofá, Shoma le siguió la mirada y con una manita en la boca sonrió.

-Oh Oh

-¿Es lo que dirás en tu defensa pequeña regadera?

No había mas que pudiera hacer,regreso a la habitación se cambio de ropa después de asearse el cuerpo, limpio y vistió a Shoma con toallitas humedas, para después dirigirse al cuarto de lavado y entender la máquina,metiendo las almohadas y su ropa.

No ya no despegaria sus ojos de su pequeño hijo en ningún momento.

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Hola volví espero le halla gustado el capitulo lamento la demora

Cuidense y Adiós