"El omega de aroma dulce"

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Hoseok creía que en algún momento sus brazos se desplomaría sin siquiera sentirlos, jungkook y Kai jalaban sus manos con todo la fuerza que podían para que su padre los llevara a la dulcería, ambos chiquillos estaban ansiosos por sus preciados dulces y es que la verdad era por una pequeña apuesta con su aburrido padre, si ellos no limpiaban su habitación.

Aun así hoseok les daría lo que quería por que amaba consentirlos.

—hey más despacio niños, los chocolates que quieren no se van a desaparecer.— y es que aquella tienda solo estaba a dos cuadras, motivo para que los pequeños caminaran un poco y no se sientas tan encerrados en casa.

Hoseok salía con ellos solo los finas de semana y esos tres días se sentían una eternidad perfecta, así podía llevarlos al parque y salir a más lugares de jugo para que ellos se entretengan y claramente pasar tiempo con el.

Pero una cosa que de verdad no le gustaba eran los murmullos y las habladurías, eso estaban siempre y ya sabía la razón de ello, le daban la lástima a hoseok y criticaban y odiaban a la o el omega que lo dejó con los pequeños sin saber la verdadera historia.

—papá apresúrate!.— dijeron los dos menores casi gritando, hoseok deja de pensar en eso y su atención se concentró en sus pequeños diablillos nuevamente, sonríe con cariño y ya están por doblar a la siguiente esquina.

—está bien, tranquilos que ya casi estamos..— esa tienda pequeña que solo estaba para dulces, chuches y pequeños pasteles, era de colores suaves entre el rosa, blanco y un bonito naranja melocotón, los ojos de los niños brillaron como si al final de la gran búsqueda encontraran una mina de oro.

—bien, hay que entrar no.— los niños corrieron a dentro, hoseok se rio por su intranquilidad y luego entró.

Había una chica de pelo rubio suave en el mostrador, le dio la bienvenida y el solo le sonrió, la mayoría de aquellos dulces estaban en eso bonito frascos de cristal aun que no todos, algo que le puso nervioso por los niños.

Trato de seguirlos pero ellos se movían como gusanos escurridizos y luego los encontró hablando animadamente con un chico, un chico bajito, delgado y de piel muy pálida, pinzas en su cabello, su cabello de azul suave y la misma ropa que tenía la chica del mostrador.

—jungkook, Kai.— la pequeña mirada de ambos subieron así el, el primero sonrió y Kai le mostró los dulces que el quería, no era de hablar mucho y solo los zarandeo en sus manos para que su padre los viera.

En cambio jungkook seguía hablando con...

Ese chico que también se le quedó mirando, estaba fijo en el y luego apartó su mirada como si estuviese muy avergonzado, sus mejillas cubriéndose de un lindo rosa que el alfa alcanzó a ver, hoseok no pudo dejar de pensar en ese mismo instante en los pequeños y bonitos ojos gatunos de ese chico.

Tierno. Mucho.

No sabe si es por el aroma de los demás dulces, pero el olor que desprendía aquel pequeño chico le resultó tan agradable, tan dulce pero para nada empalagoso.

—papá! Papá mira.— jungkook le zarandeo una de sus piernas con desesperación, miró hacia abajo para verle.

—eh!..si que? Qué pasa kook.—

—el bonito omega de pelo azul encontró los chocolates que me gustan!— hoseok volvió a mirar a ese chico, parecía nervioso, quería hablar? hasta que su propia burbuja se rompió.

—yo eh gracias..—

—no! No.. es mi trabajo, son muchos dulces y esas cosas, tengo que ayudarles a encontrar lo que quieren.— los niños se despidieron de aquel bonito omega, hoseok solo hizo un gesto con la mano un poco incómodo y se fue con ellos.

El omega parecía un gatito detrás de una de las estanterías observando como aquel hombre con los pequeños terminaba de pagar y se marchaban de la tienda.

—hey qué haces ahí.— yoongi se sobresaltó y observó a la rubia mirarle con diversión.

—lo siento.— ella se ríe y yoongi parece aun más avergonzado, se acerca al mostrador, hacia ella.

—deja de disculparte tanto yoongi, no te pongas tan nervioso.—

—lo sien- está bien! Bien.—

—es lindo verdad.— que!!? —el alfa de hace rato con los pequeños.— no lo iba a admitir pero si, sintió sus mejillas arder por pensar eso, pero tenía a dos cachorros de seguro tenía una o un omega esperándole en casa.

—bueno, a seguir yoon's.— y simplemente asintió después.

Tal parece que el aroma dulce de aquel pequeño omega se quedó impregnado en la nariz de hoseok por unos cuantos días.

*🌸🍁Papá alfa🍁🌸*
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