"Es difícil cuidar de unos niños solo, no? más si necesita ayuda"
Y en algún momento necesitarás algo más, que simplemente lo cotidiano.
Hoseok necesita de ese "algo" pero tampoco quiere quitarle la atención a sus hijos.
El chico de la dulcería le p...
Se removió sobre el sofá, escuchando el sonido de la puerta al abrirse y se acomodó en el mismo.
—por que no fuiste a trabajar hoy!— escuchó el grito de su primo con fuerza, se sobresaltó por la voz y se enderezó en el sofá.
—no quise ir..— contestó susurro pero con algo de desdén, taehyung entrecerró los ojos hacia el y vio a jimin llegar con unas cuantas bolsas en sus manos.
—porque no?
—por que estoy en celo.— el alfa lo noto después, el dulce aroma de su primo en todo la sala, un pequeño nido en el sofá, aun que yoongi se vía bastante normal, su cara se suavizó y sus hombros se cayeron con cansancio.
—tan repentino? no lo parece yoon.— tae le quito sus preciadas gomitas, lo miró mal y lo único que hizo fue sacarle la lengua como un niño.
—tome dos supresores..— taehyung le iba a replicar el por que si sabía que dos eran demasiado para el, hasta que jimin hablo.
—oye tú vas a ayudarme o no idiota?— yoongi observó a jimin sacar algunos pasteles de aquellas bolsas, sus ojos se iluminaron pero también tenía curiosidad por pregunta.
—el refri del café no funciona??— el otro omega asintió, miró mal a su alfa.
—le eh dicho a este idiota que lo arreglara, que lo hiciera antes de que el local abrieran pero no me hizo caso!— jimin a este punto echaba uno por las orejas, en todo el camino le recriminó lo mismo a su alfa. —tae tenemos solo una semana en ese lugar y ya creo que tenemos quejas.
—quejas? Pero son solo pasteles-
—en mi opinión algunos pasteles saben extraños cuando no se enfrían bien taetae.— respondió yoongi vacilando. —además solo les vas a dar lattes y cafés a los clientes?
—lo vez, te lo dije..— el alfa suspiro abatido, fue hacia jimin para entras los estúpidos pasteles al refrigerador de la casa, al final solo tres se quedaron a fuera y estaba seguro que de yoongi no desaprovecharía la oportunidad para tomar de alguno de esos tres.
—oh por cierto, un hombre preguntó por ti hoy yoon, sabes quien es?...— yoongi se tenso de repente.
—q-quien... ¿como era?
—tenía el cabello castaño, no era tan alto, tomó su café, preguntó por ti y luego se fue.— oh mierda, tae lo miró extrañado, será que se internó en el, bueno el también lo estaba pero no era demasiado pronto, apenas lo había visto un par veces y solo sabe su nombre.
—lo conoces?
—...algo así.— y lo dejo hasta ahí, se sintió nervioso desde que taehyung entró a la casa de esa manera, dirijo su mirada hacia jimin y el ya sabía, se acercó a yoongi para tranquilizarlo acariciarle el cabello.
Quien tenía una pinza para el cabello agarra sus flequillos de enfrente. Le estaba empezando a crecer el cabello.
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Parecía haber creado una burbuja en donde el impulso de su lobo lo arrastraba hacia el pequeño omega de pelo azul llamado yoongi, era contradictoria para el mismo hacer eso, varias veces se a dicho que no necesitaba más nada que a sus hijos y eso lo tenía claro.
Pero ahora mismo no sabía por qué había preguntado por el chico en el café cuando el no fue.
Estaba muy frustrado con eso y no es como que le interesara ese omega, no?
Suspiro con uno de esos tantos recuerdos volviendo a su mente, ella en ese recuerdo, "Rose" el nombre resonó en su cabeza como el eco en una cueva, oscura, fría, lejos... pero también tan hermosa y bonita como las flores en primavera, floreciendo por su cuenta.
No sabía si su promesa aun se estaba cumpliendo, le prometió a ella que cuidaría a los niños y todo estaba perfecto, todo tan regular, tan repetitivos.
Hoseok estaba para los niños, sin importar cómo estaba el, si encontraba tan necesitado lo dejaría de lado por los niños, en sus celos era un caos, destruyendo todo lo que tenga en frente y agradecía a joy por cuidar a los pequeños cuando el estaba pasado por eso, normal, repetitivo pero estaba bien con eso.
Y la repetición se reducía en: los cachorros, trabajar, volver a casa y dormir a los pequeños y lo mismo y lo mismo.
Pero después de casi cinco años tal vez no estaría mal si solo- —papá!— grito Kai, hoseok lo observó y sonrió al verlo caminar hacia y sentar en su regazo como el pequeño obediente que es. —papá te estaba llamando mucho, no me escuchaste.
—ya lo siento, que quieres diablillo, estás tramando algo eh.— dijo sonando divertido por que ya lo sabía, Kai se sentaba en su regazo solo para pedir algo y manipular a su padre.
—noo! Bueno si... podemos? podemos ir de nuevo a esa tienda de dulces papá.— la cara de perito regaño, los ojitos brillantes y muy abiertos, hoseok no le podía decir que no a esa cara.
—bueno, eso será el sábado otra vez.— los ojitos de Kai brillaron aun más, le dio las gracias repetidas veces y fue corriendo hacia su hermano para decirle, los dos pequeños saltaron de emoción y gritos.
Hoseok sonrió al verlos, por que se emocionaban tanto por unos dulces, en algún momento esos dulces no se verán tan llamativos, los niños están creciendo muy rápido y aun no lo admitiera no quería que eso pasara, quería tener a sus pequeños siempre.
Si esos niños le regalaban una sonrisa siempre pues no había problema en todo siguiera igual, o tal vez no.
