"Es difícil cuidar de unos niños solo, no? más si necesita ayuda"
Y en algún momento necesitarás algo más, que simplemente lo cotidiano.
Hoseok necesita de ese "algo" pero tampoco quiere quitarle la atención a sus hijos.
El chico de la dulcería le p...
Todo el día empezó mal, se está quedando sin ideas, trato de llamar a alguien temprano en la mañana para ver quien le respondía, los niños somnolientos tomaron su desayuno muy temprano con el preparándolo y teniendo el celular entre el hombro y su oreja.
Tenía quince minutos de atraso pero aun le daba tiempo, aseo y cambio a los niños rápidamente pero no sabía en llevarlos a su colegio el mismo o seguir matando el tiempo esperando unas llamadas.
Hoseok debía estar en su trabajo a las siete y media, y los niños debían irse a las ocho, estaba muy desesperado.
Y luego sonó otro vez su celular, lo tomó rápidamente contestando namjoon su hermano fue el último en responder, hoseok le dijo lo que estaba pasando en ese mismo instante pero su cara decayó al tener la respuesta de Nam mencionándole que no podía y que estaba más ocupado de lo normal.
Namjoon tenía su trabajo propio y jefe de su pequeña empresa, tampoco viva tan lejos pero si debía tomar el auto para ir allá.
Escuchó la queja de uno de sus hijos y suspiro.
—al demonio! Andando al auto rápido.— soltó sobresaltando a los dos pequeños a su lado.
—papá dijiste una palabra mala.—
—lo siento, ahora no Kai hay que llevarlos a la escuela.— casi treinta minutos tarde, eso no importaba ahora.
Después de unos cuantos minutos en el auto, tenía que admitir de verdad que le encana ver a tantos niños jugar y correr sin ningún rumbo, Kai y jungkook se despidieron hasta la tarde, hoseok los observó juntarse con otro niños, vio a uno de esos niños pegárse demasiado a jungkook. Pero no le dio tanta importancia.
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Hoseok tuvo una pequeña riña en su trabajo, pero nada que no pudo manejar, claro teniendo una hora más para trabajar, cuando la hora de almuerzo llegó salió rápidamente sin saber si se encontraría con lisa, pero no le dio importancia a eso.
Quería estar solo y disipar toda esa frustración. Se dirigió al mismo café de ayer, si el mismo y aun que no lo admitiera no toleraba cada vez que lisa lo llevaba a otro lugar diferente.
Tal vez empeñada en que hoseok se desanimara y solo le pusiera atención a ella.
No quizo pensar en eso, ya par ese momento estaba pasando por la puerta del local, la campanilla sonó anunciando a un nuevo cliente.
No se encontraban muchas personas como el día anterior y tal vez agradeció eso para estar más calmado.
Luego dos miradas se encontraron y una de estas se desvió rápidamente evitando a la otra.
Hoseok abrió un poco los ojos, como era que ese chico estaba ahí? El si lo recordaba aun que lo allá visto una sola vez pero esos bonitos ojos gatunos no salieron de su mente por varios días. Así que si lo recordaba un poco.
Sintió otra inquietud diferente sobre su cuerpo, tomó asiento en una mesa sola y no tan apartada.
—q-que desea tomar señor...— el alfa levantó el rostro rápidamente encontrándose en el pequeño chico delante suyo, inquieto, sonrosado y nervioso, por que le parecía tierno.
—yo... un café solo, negro.— el aroma del omega cautivó a hoseok de repente, el chico asintió pero antes de irse hoseok le detuvo inconscientemente. —como... ¿como te llamas?— el tacto quemo sobre la piel de yoongi hasta hacerle estremecer cada bello de su cuerpo.
—lo siento! Perdón! actúe sin pensar...
—yoongi, Min yoongi..— hoseok calló sus abruptas y atropelladas disculpas, el omega le había dicho su nombre, un nombre muy bonito, pensó. —...y usted?—
—hoseok jung y no me tomes de usted, me siento más viejo de lo que soy, solo tengo veintinueve años.— yoongi se sorprendió y se acordó que el hombre delante tenía dos pequeños cachorros, aun seguía siendo demasiado joven.
—yo iré a traer su café... no quiere algo más?— yoongi se dio cuanta de que el alfa aun sostenía su muñeca, estaba más nervioso que antes.
—un.. una tarta de limón estaría bien.— respondió más sereno, soltó el brazo del omega repentinamente apretando la mano un poco como si aun sintiera la suave piel del más bajo en estatura.
El pequeño omega se fue dejando a hoseok pensando que lo qué pasó hace un momento, actuó de repente y le preguntó al chico por su nombre, joder por que lo hizo.
Al cabo de unos pocos minutos, el omega llegó con su pedido le agradeció con una sonrisa cálida que yoongi tal vez se quedó un poco embelesado al verla.
—tu.. también trabajas en este lugar.— yoongi asintió lentamente, hoseok le dio otra sonrisa, sin querer escuchando esa voz en el fondo de su ser al decirle que debía volver mañana.
