Volver a casa no iba a ser fácil y eso lo sabían, muchas cosas los esperaban en Jamaisnapolis, cosas que harían el rumbo a su destino, un infierno. ¿Lograrían soportar aquello que los esperaba?
El amor puede contra toda adversidad, ¿Era verdad? El o...
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—¿Como amaneció el pequeño Bonwha?—Hoseok recibió al pequeño con los brazos abiertos al verlo bajar la escalera mientras este tallaba sus ojos por haber despertado hacía pocos minutos.
Abrazo cálidamente al pequeño y este suspiró tristemente.
—¿Que sucede, campeón?—El pelirrojo se agachó a la altura del pequeño Bonwha y tomó una de las mejillas del niño, la estiró divertidamente.
Bonwha lo alejó.
—Papá esta triste.—El mayor frunció el ceño.
—Ehm...—Bonwha lo observó por primera vez en lo que iba de la mañana.—...¿Cuál de tus dos papás?—Sonrió nervioso.
Seokjin apareció, bajando la escalera mientras secaba sus ojos con un pañuelo y detrás de él iba el pálido.
—Oh...Ya veo.—Hoseok se paró y se acercó al castaño.
Examinó su expresión, tratando de adivinar que le sucedía a su amigo pero fallo en el intento. Seokjin resoplaba tratando de contener un llanto insostenible y Yoongi fruncía sus labios mientras acariciaba su nuca con compasión.
—¿Puedo preguntar qué pasó?—Susurro Hoseok, como si al hablar pudiera despertar un mounstro.
Seokjin respiro profundo, miró al techo para ahogar sus lagrimas en sus lagrimales y miro a su amigo.
—Papá, mi papá falleció.—Pronunció, el rostro serio de su amigo lo hizo temblar, pudo ver al príncipe en sus expresiones y su forma de aguantar sus sentimientos...Odiaba cuando hacía eso.
—¿¡QUE PAPÁ QUE!?—El grito de Jungkook los alarmó, no habían dado cuenta en que el azabache estaba tomando un té en la cocina tras ellos.
Seokjin llevó las manos a su boca.
—Yo...Acabo de recibir la noticia, Koo.—Jungkook llevó las manos a su cabello y se paró, empezó a reír con nerviosismo mientras negaba y luego...
...Se desvaneció.
—¡Guk-oh!—Seokjin lo alzó del suelo y lo llevó al sofá, comenzó a pellizcar su rostro pero su mano fue sujetada por su esposo. Yoongi lo miró a los ojos y negó, en su otra mano alzó un saco de té de hierbas y lo acercó a la nariz del menor.
Despertó.
Jungkook se sentó y trato de asimilar la situación, no pasó mucho hasta que empezó a llorar en el pecho de su hermano.
—¿Por que todos lloran hoy?—Todos voltearon a ver al pequeño de cabellos negros que paulatinamente había caído ante los estragos de la empatía y su rostro se pintaba con tristeza.
Yoongi lo observó enternecido y lo alzó.
—¿Recuerdas que te hablé de los días buenos y los días malos? Bueno, hoy es un mal día...Ya va a pasar.—Bonwha asintió con un puchero y se acurrucó en el pecho de su padre.
