Capítulo 6

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Capítulo 6

Sus labios volvieron a los de ella... Un beso exquisito, que le brindó a Inés una especie de seguridad...

Inés: ¿me amas...?

Vic: solo a ti... No he amado a otra mujer en toda mi vida... ¿y tú...?

Inés: yo también te amo...

Él le apartó el cabello... Y se deleitó en la base de su cuello...

Como el hombre apasionado que era, la enloqueció con sus besos y la excitó con sus caricias...

Pegado a sus labios, se fue levantando, pero se la llevó a ella en sus brazos.

Caminó hacia la única recámara y con sumo cuidado la sentó sobre la cama...

Luego de sacarse las botas, Victoriano bajó a ayudarla con los zapatos... Y su mano subió por la pierna desnuda, ya que acababa de quitarle el pantalón...

Vic: llevo años amándote... Pero también deseándote...

Y mientras le hablaba, la iba desvistiendo... Recostado junto a ella...

Inés: no he hecho esto hace años..

¡Perfecto! Quiso gritar Victoriano, él le recordaría lo que era el placer...

Vic: confía en mí, morenita... Yo te voy a cuidar... No necesitamos esperar más... No quiero esperar más...

Inés le enmarcó el rostro con sus manos... Esa era su forma de decirle que tampoco quería esperar...

Se besaban con pasión... Y de pronto ya ella le había desabotonado la camisa... Echándola hacia atrás...

Pasó sus palmas por los anchos y fuertes hombros... Mientras Victoriano se ocupaba de su blusa...

Los dos enfatizaban cada movimiento... Como retardando el instante que los esperaba...

Y es que, ¡Cuánto habían anhelado ese momento!

Él la ayudó a dejar sus senos descubiertos... Y al provocarlos con la mano, su respiración la hizo saber cuánto la deseaba...

Inés casi podía sentir el calor de Victoriano a través de su mirada... Esos ojos verdes ardían... Y por ella...

Después de quitarse la última prenda y verse desnudos, se recostaron...

Victoriano le plantó un beso en la mano... En el antebrazo, el brazo... Hasta que llegó a la boca de Inés...

Sus dedos se adentraron en su pelo negro, sosteniéndole la cabeza y besándole el cuello... Posteriormente el lóbulo de la oreja...

Sonrió satisfecho cuando oyó que se le escapaba un gemido a Inés...

Quizás ella no lo recordaba, pero habrían más... De eso se encargaría Victoriano...

Agachó su cabeza y posicionó su boca abierta sobre uno de sus senos... El bigote le causó cierto picor, pero una sensación más poderosa le recorrió la columna vertebral cuando le lamió un pezón...

Tembló y Victoriano pasó al otro pecho... Se lo besó y fue más allá, se lo succionó...

El hormigueo se propagó por todo su cuerpo...

Pudo sentir las yemas de los dedos de Inés clavados en su espalda... Y le encantó la sensación...

Era lo más íntimo que estaban disfrutando después de tanto tiempo...

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