Apolo

Me equivoqué. Todos tenían razón.

Yo no estaba enamorado de Camila, solo estaba tratando de consolar a mi corazón por el abandono de T/N.

Es que joder... Verla fue como si algo que creía muerto, se hubiera vuelto a encender.

Además ella ya no era una adolescente, ella era una mujer.

La mujer más jodidamente hermosa y sexy que haya visto. Incluso si solo la ví en ese uniforme de empleada.

O talvez lo único que necesite es sexo y por eso pienso estupideces.

-Apolo - gime Camila al sentir mi lengua en su clítoris - ¡Ah! ¡Dios!

Me quito el boxer y Camila toma mi miembro en sus manos para lamer y succionar, lamía, movía de arriba a abajo hasta que el líquido salió de mi derramándose en la cara de ella.

La recuesto e introduzco mi miembro en ella, saco y entro, rápido, sin pensarlo.

Esto es lo que necesito, sexo y solo sexo para olvidarme lo que sentí en el centro comercial al verla.

Camila se recuesta a mi lado cuando llega a su orgasmo, sin embargo... Yo no llegué al mío.

-Me encantan las reconciliaciones - habla Camila.

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-¿Entonces unas dos semanas más? - pregunto.

-Si Apolo, de ahí puedes regresar nomás.

Mi jefe estaba pidiéndome que después de que se acabaran las vacaciones de navidad y año nuevo me quede dos semanas más en New York, ya que tenía algunas citas de trabajo muy importantes que me consiguió.

-Está bien no hay problema - digo.

-Muchas gracias Apolo, hablamos otro día, adiós.

-Adiós.

Cuelgo y la idea aún sigue rondándome la cabeza, llamar o no llamar a T/N.

Se acabó, la voy a llamar, al fin y al cabo voy a ver a mi hijo no a ella.

Aún no le he contado nada a Camila, aún no sé cómo decirlo, sé que se formará otra discusión ahí por ese tema, solo necesito un poco de tiempo para explicárselo.

Ella había salido con unas amigas y su madre a probarse varios vestidos de novia. Así que tenía la tarde libre para pasar con Apolo, mi hijo.

Mi hijo, tengo un hijo. Jamás pensé que tendría hijos a mi edad, desde que estaba con Camila no me plantee aún en tener hijos con ella.

Marco el número de T/N y al sexto pitido contesta.

-¿Hola?

-Soy yo, Apolo.

-Ah... Eh... Hola Apolo.

-¿Estás libre hoy?

-Yo... Yo...

-Es para poder ver a mi hijo.

-Ah... Sí estoy libre hoy.

-Perfecto, ¿te parece encontrarnos en el centro comercial? Quiero llevarlo al cine.

-Está bien allá nos vemos.

Dicho eso cuelgo.

Llego al centro comercial y después de unos minutos visualizo a T/N con Apolo.

Lo repito, ella ya era una jodida mujer hecha y derecha.

Sus curvas se miraban más, había agarrado más masa muscular en la parte del trasero y muslos, su cara había cambiado a una totalmente madura sin perder su belleza, su único cambio es el de que su melena negra ya no estaba, ahora ocupaba una melena castaña.

A través de tu mirada 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora