A través de tu mirada 2

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Apolo

Soy una mierda, lo sé.

Me gustaría decir que después del encuentro con T/N dejé a Camila, diciéndole que lo sentía mucho pero que no podía seguir con ella y mucho menos casarme.

Si acostarme con T/N sabiendo que Camila estaba ocupada con arreglos para la boda fue algo horrible, seguir haciendo lo mismo durante dos semanas es aún peor.

No puedo ni quiero alejarme de T/N.

Tampoco puedo seguir engañando a Camila.

Tengo que hablar con ella. Antes que algo peor pase.

Navidad ya pasó. Pasé noche buena y navidad con Camila, le dije a T/N que tuve que pasarlo con unos jefes que tendré el tiempo que me quede aquí después que se hayan acabado mis vacaciones.

Ya llevo dos semanas con T/N. Ella piensa que todo volvió a ser normal entre nosotros, que me quedaré con ellos, con ella y mi hijo.

Pero no puedo hacerlo, no sin antes aclarar todo con Camila. Lo haré hoy mismo.

Ni siquiera se qué es lo que me pasa. Jamás pensé en comportarme así.

Pero si se trata de ella, no puedo evitar hacer locuras.

Perdóname Camila.

Ella es tan buena gente y yo tan mierda.

Estoy en el trabajo de T/N. Vengo a verla cada noche para que no se regrese sola a la casa.

-Hola - saluda T/N acercándose a darme un pico en la boca.

Esbozo una sonrisa, con ella me siento tan calmado, tan tranquilo.

Solo necesito de ella.

-¿Y Wendy? - pregunto al no verla.

-Está enferma, pidió permiso para quedarse en casa, así que hoy me tocó estar sola.

-¿Estás cansada?

-Más o menos - me da una sonrisa - voy a ver mi bolso y regreso.

Veo como desaparece.

Me pongo a analizar todo el lugar. Es lindo.

Me acerco a un conjunto que está regado en la barra, talvez T/N no se dió cuenta que estaba aquí, es un conjunto de una pieza, de color pastel.

Sigo los pasos por donde se fue T/N. La encuentro en un probador con su bolso cerrándolo. Cuando se da la vuelta se sorprende al verme ahí y da un salto.

-Me asustaste - lleva una mano a su pecho - encontré mi bolso aquí, ni siquiera sé cómo llegó hasta aquí, talvez lo traje y no me di cuenta.

Ella me mira y se da cuenta del conjunto que tengo en mis manos.

-¿Te lo quieres probar? - me pregunta burlándose.

-No, es que tengo a una chica muy linda que pienso darle este regalo, pero no sé si será su talla - digo en un tono serio y juguetón.

-¿Ah si? Pues puede traerla cuando quiera señor y así se lo prueba.

-Es que me he dado cuenta de algo - digo dando dos pasos hacia ella.

-¿Qué cosa? - pregunta ella retrocediendo.

-Que tú y ella tienen el mismo cuerpo, si usted se lo prueba, podré saber si es su talla o no - digo acercándome más, provocando que ella choque con la pared quedando encerrada.

-Lo siento señor, pero ya vamos a cerrar.

-Cinco minutos no son nada - digo mirándola a los ojos - y yo le ayudo si quiere - digo ubicando mi mano en su cintura por debajo de la tela de su camisa.