PRESENTACIONES

308 18 26
                                    

Como sabían yo y Vox nos habíamos comprometido, la fecha de la boda estaba fijada para finales de la primavera antes de entrar el verano, nos encontrábamos ambos en el sofá inspeccionando la lista de los invitados, yo me encontraba vestido con un pantalón holgado y una sudadera color gris, él estaba menos vestido que yo, no portaba nada más que su bóxer color negro.

-Umm oye estuve investigando, encontré a un hombre llamado Augusto Leclercq entre tus parientes y al parecer aún vive. -

Mi corazón se detuvo o por lo menos asi pareció en el momento que el menciono ese nombre.

-Augusto Leclercq es mi padre, quiero que lo descartes y borres su nombre de tu memoria, lo que menos necesito es que él se aparezca ahora en mi vida-

Él lo notó tal vez en mi semblante ya que rápidamente me estrecho entre sus brazos.

-Lo siento, ¿podrías talvez decirme porque lo odias? –

Suspiré, si se lo dije a Husk que no iba a llegar a más de una relación de algunos años, él, que sería mi esposo debía saberlo ¿no?

-Muchas cosas me ocurrieron porque él las permitió, pero lejos de ello, él es muy "conservador", imagínate el brinco que dará cuando se enterara primero que su único hijo está vivo y dos que decidió desposar a alguien de su mismo sexo, mejor es dejar las cosas asi como están-

Le dije mientras el esbozaba una sonrisa, suspire no podía enojarme con él, colocó su cabeza sobre mi regazo y continuamos revisando la lista de invitados.

- ¿Seguro quieres algo discreto? porque por ti yo haré traer al mismísimo Mozart del cementerio-

Sonreí ante la idea de ver a un zombie de Mozart tocando en nuestra boda.

-Si cariño, estoy plenamente seguro que asi es lo mejor, además no me gustan las reuniones con muchas personas-

Sentí su mirada sobre mi rostro, no pude evitar sonrojarme.

-Eres hermoso, me duele no poder darle las gracias a alguien por crear tan hermosa criatura, pero bueno ya tienes a alguien a quien decirle papi ¿no? -

Solo esa oración me hizo quedar estático sin realizar ni un solo movimiento.

-Vox, basta no digas esas cosas, además no te he dicho papi en ninguna ocasión-

Debí notarlo que estaba a punto de hacer algo pronto me vi en el sillón con Vox sobre mí.

-Eso podemos cambiarlo ¿no crees? -

Lo miré con seriedad mientras intentaba escabullirme de debajo de él.

-No, esas palabras le quedan a alguien como Angel a mí no.-

Le dije levemente ofendido, sentí como me recostaba nuevamente sobre el sofá.

-Uff que fierecilla, del mismo que me enamore-

Me hizo ruborizar, mientras me volvía a besar, quede completamente desarmado ante sus palabras pronto el timbre sonó y él se levantó de encima de mí.

-Iré a abrir-

Me dijo con sumo descaro, mientras lo veía guiando a una pareja de adultos hacia la sala.

-Bien, mamá, papá él es mi futuro esposo Alastor-

Me quedé paralizado, sentí que mi sonrisa tembló levemente.

-Oh Damián, mira que hermoso joven se ha fijado en nuestro hijo, me alegra que almenos haya dejado su vida de libertinaje acostándose con cualquier cosa que se movía. -

Decía la hermosa señora, claro yo no estaba preparado para semejante presentación, menos en las fachas en la que me encontraba.

-Lamento mucho recibirles vestido de esta manera y sin nada de comida, lo siento-

Vox rápidamente salió en dirección a la habitación a buscar rápido algo con que vestirse, sentía la mirada del sr de nombre Damián ante mí.

-Lamento presentarlos de esta manera, mamá, papá él es Alastor Leclercq mi prometido-

La dama se me acercó nuevamente inspeccionándome con la mirada.

- ¿Es francés jovencito? -

Me ruboricé, debí suponerlo por mi apellido por lo que simplemente me enderecé.

-No, sra Grant yo nací en Nueva Orleans, mi padre era proveniente de Francia, mi madre era una hermosa mujer estadounidense llamada Rose Stevens-

La señora sonrió y se sento en uno de los sillones con su esposo.

-Pues un placer joven Alastor mi nombre es Greta Harriet y el mi esposo Damián Grant, me alegra saber que mi hijo por fin sentara cabeza, pensé que nunca se casaría ya sabes, como siempre anduvo de promiscuo, ¿Cómo se conocieron? -

No sabía que decir, ¿Cómo le explicaba que conocí a su gracias a que me acosaba en el metro? o ¿que por una entrevista?

-No me dirás qué Vox te acosó hasta que aceptaste -

Por un segundo estuve a punto de estallar en risas, pero me contuve con dificultad.

-No señora Grant, nos conocimos por casualidad, chocamos en la calle y él me ofreció una entrevista-

Ambos parecieron complacidos con mi respuesta.

-Por fin te conseguiste a alguien de clase, no como los otros que llegué a conocer en este apartamento, por cierto, Alastor llámame mamá con confianza, después de todo en el momento que te cases con Vox serás parte de la familia-

Dijo risueña, realmente me sentía extraño dándole tanta familiaridad a alguien que recién estaba conociendo.

-Y a mí llámame papá, me agrada ese chico Vox, está mejor que Valentino, por un segundo pensé que de verdad tenían algo ustedes dos, me hubiera muerto en vida si hubiere pasado esto con él-

Podía sentir como Vox tomaba asiento junto a mi lado, mientras me tomaba de la mano.

-Sabía que les agradaría, él es todo un encanto, perdona cariño, mamá me había avisado que pronto vendrían, pero no me aviso que día a la próxima prometo avisarte-

Me dijo mientras me besaba en la mejilla con recato, sé que estaba controlando bastante, lo veía en su mirada.

Pasamos una tarde amena, al parecer los padres de Vox me habían aprobado, cuando se marcharon pude sentirme más tranquilo.

-Vez, yo sabía que les agradarías, por eso quería conocer a tu padre-

Me ruborice, para luego sentarme nuevamente en el sofá.

- ¿Los contactaste para presentarlos conmigo? -

El me negó con la cabeza, me tenía intrigado la razón de su decisión.

-Los contacte para avisarles de mi boda, me preguntaron qué ¿con quién?, como vez a ellos no les agradaba la idea de que me casara con Valentino, pero mira que se llevaron la sorpresa al toparse con este, seductor y fino caballero. -

Me dijo mientras subía con habilidad su mano por mis piernas, recostándome nuevamente en el sillón.

-Ahora si ¿en qué nos habíamos quedado cuando llegaron? Asi ya recordé-

No pude hacer mucho para que Vox se alejara, simplemente me despojó de mi ropa y me tomó en el sillón tantas veces como pudo, quedé dormido entre sus brazos, en aquel incomodo sillón, al día siguiente desperté con un dolor de espalda atroz, sabía que haber hecho el amor de aquella manera en el sofá me traería consecuencias, me fui a dar un baño como fue de costumbre, esta vez ambos estábamos bien vestidos ya que Vox me había mencionado que seríamos visitados por alguien importante, a los minutos sonaron los toquidos sobre la puerta, Vox fue a abrirla, segundos después llegó acompañado por una bella y fina dama.

-Buenos días joven Alastor, mi nombre es Rosie le Champs, su modista de bodas. -

Casi me muero al escuchar aquel nombre tan prestigiado, la diseñadora le Champs confeccionaría mi traje de bodas, miré a Vox sin comprenderlo.

-Ella se ofreció cariño, dijo que serías un perfecto modelo para sus atuendos. –

RADIO OBSESIÓN 2: LA OTRA CARA DE LA MONEDADonde viven las historias. Descúbrelo ahora