FÊTE

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Por fin llegó nuestro matrimonio, estaba simplemente asustado, nervioso, tenía la sensación de un hueco en mi estómago a pesar de haber desayunado bien, me sudaban las manos, sentía que estaba dando un enorme paso y nisiquiera me había detenido a contemplarlo antes, llegó Niffty por mí, ella había insistido en entregarme en el altar, el vestía el tipo traje color negro mientras yo vestía de blanco, caminé hacia él con un ramo de flores en mis manos, nuestra ceremonia se ofició en un hermoso prado en Toscana, ahí frente al abogado dimos el sí y firmamos sin ningún tipo de problema, pero al parecer no todo sería bueno, llegamos a una residencia donde estaríamos en nuestra luna de miel igualmente ubicada en la toscana italiana, era una hermosa casa vacacionista que fue alquilada por Vox durante nuestra estancia, tenía una hermosa vista, piscina, una habitación un baño y obviamente sala, un comedor y la cocina, en la terraza poseía una hermoso piano de cola de madera de ébano, ese día decidimos simplemente descansar, por lo que nos colocamos la ropa de dormir y simplemente nos dedicamos a descansar, a la mañana siguiente llamé para pedir un desayuno y me aventuré a explorar aquella villa, no me molesté en cambiar mi atuendo, después de todo solo estaríamos yo y vox en aquella casa en la toscana, tenía un hermoso y amplio jardín, él dueño de aquel lugar llegó de improvisto y realmente me alarmé por la manera en que me encontraba vestido.

-Buenos días, disculpe irrumpa así mi nombre es Zestial, un placer conocerlo por fin, vox no dejaba de hablar que se casaba con el demonio Radio-

Me ruboricé, no sabía ni que decir, ni cómo proceder, pero allí estaba yo completamente inmóvil.

-Buenos días, si mi esposo está descansando ahora, por cierto, me llamo Alastor prefiero que se dirija por mi nombre o si gusta puede llamarme sr Grant. -

Le dije sin evitar ruborizarme ahora tenía que adoptar el apellido de mi esposo, era raro sentirme tan cercano a él, al parecer el caballero llamado Zestial comprendió.

-Menos mal Vox se me adelantó, de haberlo conocido antes posiblemente quien estaría con usted hoy hubiere sido yo, es bastante atractivo si me permite decirlo, por cierto, dígale a su esposo que vine-

Dijo para luego retirarse, a los pocos minutos llegó el desayuno que había encargado, lo dejé sobre la mesa y decidí sentarme frente al piano, levanté la tapa del teclado y comencé a tocar una melodía Bethoven's silence de Ernesto Cortázar, estaba tan ensimismado que no noté cuando Vox se despertó, ni mucho menos cuando se sentó a mi lado a acompañarme en un dueto improvisado, abrí los ojos dándome cuenta que él estaba a mi lado.

-Buenos días mi bombón de dulce ¿Cómo has amanecido? -

Le sonreí y le besé en los labios, luego me separé para mirarlo.

-Excelentemente bien sr Grant-

El pareció complacido con esa pequeña oración.

-Debo decirte que el sr Zestial ha venido a buscarte-

El mismo se escabulló debajo del piano, yo no entendía realmente ¿Qué estaba intentando? Lo comprendí cuando se deshizo de mi ropa interior.

-No repares mucho en lo que hago vuelve a tocar-

Me dijo con aquella mirada voraz y provocativa que me hacía estremecer, obedecí y comencé a tocar en su lugar nocturne op.9 no.2 de Chopin, estaba interpretándolo de una manera bastante buena, pero al sentir la lengua de Vox sobre la punta de mi miembro me hizo flaquear levemente.

-No te he dicho que te detengas querido-

Volví a centrar mi atención en las teclas del piano, mientras Vox movía su lengua a lo largo de mi miembro, luego sentí como lo introdujo a su cálida boca, intenté centrarme en el piano, pero no podía, en pocos minutos terminé en su boca.

RADIO OBSESIÓN 2: LA OTRA CARA DE LA MONEDADonde viven las historias. Descúbrelo ahora