Poco a poco me di cuenta que tenía que hacer algo para estar mejor, algo más allá de buscar comida en los basureros.
En la escuela de shinigamis había comida, baños, higiene, médicos, básicamente todo lo que cubrían las "necesidades básicas". Esas necesidades que nunca estaban del todo cubiertas en el distrito Rukon.
Decidí entonces que si quería sobrevivir, tenía que conseguir entrar ahí. Después tendría que lograr de alguna manera entrar a uno de los 13 escuadrones de protección.
Hice el examen de admisión, junto a muchas otras personas. Me sentí como preocupada y mis nervios me traicionaban, y entre más pasaba el tiempo en aquel sitio, más podía ver a mis esperanzas escapar.
Y había una razón para ello, cuando dieron los resultados pude confirmar que no me habían aceptado.
Caminé entonces hacia mi casa, o lo que quedaba de ella, pues no la había podido devolver siquiera a su estado original, después de aquel incidente, de aquel encuentro, de aquel héroe serio.
Comprendí que no era lo suficientemente fuerte para ser aceptada en ese lugar, tan prestigioso, que la admisión de alguien como yo podía causar deshonra.
Caminé y caminé, mientras me preguntaba qué sería de mí ahora que mi última esperanza había muerto.
Fue entonces cuando alguien que venía corriendo desde atrás me tiró en un charco de lodo, mientras unos cuantos shinigamis lo perseguían. Sentí entonces una mirada sobre mí.
―¡Capitán Kuchiki! ―Me miraba mientras yo permanecía en el suelo, con la cara sucia ―L-Lo siento ―Dije avergonzada.
—¿Por qué te disculpas?
Y entonces me tendió una mano para ayudarme a levantar.
—N-No podría... lo ensuciaré.
"Maldita sea, no puedo siquiera dejar de tartamudear con él cerca." —pensé.
—¿Eso qué importa? —y, mientras decía esto se inclinó un poco y me tomó de la mano.
—G-Gracias —Solo pude decir ya de pie, aún tartamudeando.
Lo miré a los ojos, pero él no me veía.
Bajé la mirada. Tal vez había cometido una falta de respeto, después de todo, estaba frente a un noble y podría ser muy grosero mirarlo a los ojos.
—Capitán, ya lo tenemos.
Dijo uno de los shinigamis mientras corría hacia nosotros. Es decir, hacia él.
—Llévenlo adentro, el capitán Ukitake se hará cargo de él.
Luego se giró nuevamente hacia mí, y me dijo:
—Me parece haberte visto antes.
—S-Si, me salvó una vez de hollow, en invierno.
—Ya veo —"esos ojos los había visto antes... lo sabía. ¡Te encontré!"— Bueno, ya que mis hombres fueron los responsables de que estés llena de lodo, lo mínimo que podría hacer es ayudar a limpiarte.
—N-No se preocupe, no quiero causarle más problemas.
—¿Problemas? No son problemas, permítame —y, en lo que decía eso se quitó su capa y me rodeó con ella—. Listo, así ya no pasará vergüenza mientras llegamos a mi casa.
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|Bleach| Narraciones de la Luna...
Fanfiction...Sus palabras terminaron con un largo y dulce beso... -Sí. La amaba, lo suficiente como para traicionar el honor de la familia Kuchiki... 2 veces Tal vez me he equivocado al haberme enamorado del capitán más frío que puede existir... Pero... Haber...