Aquella noche volví a tener ese sueño...
***
Por la mañana me desperté por mi misma, lo cual me extrañó un poco.
"¿Dónde está el shinigami molesto?"
Sin embargo ahí estaba el plato de comida, esto me pareció un tanto extraño, pero decidí no darle tanta importancia.
Sí tenía que comer sin necesidad de escuchar su fea risa de nuevo, entonces estaba bien.
"Ése shinigami, enserio es muy molesto... ayer nisiquiera me dejó disfrutar por tanto tiempo el que Byakuya estuviera aquí..."
Mi mente me atacó con una pregunta inesperada. Algo que sinceramente no quería saber.
"¿Será que... lo que siento por Byakuya... sea más que sólo un gusto...?
Pero, ¿en qué estoy pensando?
No podría ser posible, porque entonces yo...
Yo... estaría insultando completamente el nombre de.... "-Ah... Buenos días... -interrumpió mis pensamientos una voz extrañamente familiar.
-¿Mmm? Oh, buenos días...
Había visto antes a ese shinigami, cabello negro, del cuarto escuadrón... él era quien me había advertido sobre Unohana.
-Tú eres la chica del capitán Kuchiki-sama, ¿verdad?
-No soy "su chica". -me sonrojé -sólo lo ayude a llevar a Renji Abarai.
-Oh, lo siento. Es que, bueno, parecería como sí estuvieran juntos, o algo así.
-Que locuras dices... -reí nerviosa -Oye, tal vez tú sepas... ¿Qué le paso al shinigami que estaba aquí? -dije, cambiando de tema.
-Oh... Tal parece que ayer vino alguien y no tardó mucho en quitarle las llaves de uno de los prisioneros. Así que, supongo que ahora estará recibiendo un castigo. Me llamo Hanataro, un placer. -y me extendió la mano.
-Eres muy confiado, es decir, sí yo en realidad fuese una criminal ahora mismo ya te tendría contra los barrotes, quitándote las llaves. -lo saludé -Soy Natsuki, por cierto.
-Mucho gusto. Y... creo que tal vez si soy algo confiado, es sólo, que me ha tocado hablar con prisioneros que en realidad no deberían estar aquí. A veces la sociedad de almas exagera un poco.
-¿Enserio haz hablado con otros prisioneros? -pregunté, mientras me sentaba en el suelo y daba un bocado a mi comida.
-Si, por ejemplo... la hermana del capitán del sexto escuadrón, Rukia Kuchiki. Ella es muy agradable.
-Si, supe que la habían llevado a prisión, aunque nunca entendí porque.
-Ah, bueno... en una visita al mundo humano, ella le dio sus poderes a uno de ellos, Ichigo Kurosaki. Fue todo un caos.
Y se rió, parecía como sí estuviera hablando de algo que había presenciado de cerca. Y más aún, como sí estuviera hablando de... sus amigos.
-¿Ichigo Kurosaki?, ¿Qué no era él un shinigami sustituto o algo así?
-Si, fue justo por todo éso que recibió el título.
-No lo entiendo.
-Ah... es una larga historia.
-Bueno, no iré a ningún lado. Además, la prisión es aburrida, ¿sabes?
Y fue así como supe de varias cosas más acerca de la sociedad de almas. Era agradable poder hablar con personas, aún en prisión.
Hanataro era muy agradable, sin embargo no podía quedarse ahí. Él sólo iba a limpiar la celda, al menos en teoría. Un nuevo vigilante vendría ésa misma tarde.
Por lo cual la parte agradable de mi día acabó pronto.
Creí que Byakuya vendría por la tarde, pero no fue así.
"Quizá, esté muy ocupado..." -pensaba, mientras me quedaba dormida.
***
Era de madrugada cuando se escuchó un estrepitoso ruido y, las rejas de mi celda habían caído. Junto a ellas, una silueta...
-B-Byakuya...
-Natsuki, verás... Mayuri no quiere aceptar ninguna evidencia de tu inocencia... así que vine por ti.
-Sí nos descubren, nos ejecutarán a ambos.
-Nos iremos de aquí.
-¿Qué?, es una locura...
-Tal vez, pero... te necesito, no lo soporto más, no puedo estar lejos de ti.
-Pero... ¿Qué estás diciendo?
-Estoy diciendo que... -me tomó de la cintura y me acercó a él -que... ¡Te amo! -sus palabras terminaron con un largo y dulce beso.
No había duda, no sólo me gustaba... era más que éso.
-Byakuya... -desperté diciendo esto. -¡Maldición! ¡¿Fue sólo un sueño?!
El nuevo vigilante me miró, con una cara en la se podía leer: ¿Qué rayos le pasa a esta chica?
Yo solamente me quedé callada, y me oculte bajo la cobija que tenía, esperando a que se fuera.
Él era menos molesto, de hecho sólo traía la comida, pero no hablaba en lo absoluto.
Por la mañana Hanataro volvió. Platicamos un tiempo, hasta que se tuvo que ir.
Las cosas que me contaba sobre lo que Rukia-chan le había dicho del mundo humano, eran muy divertidas y raras.
Así empezaron a pasar varios días. Sin más visitas que Hanataro.
Así que por las mañanas, hablaba con él, y le pedía que me mantuviera informada sobre las cosas que estaban ocurriendo afuera.
Y por las tardes, me la pasaba imaginando un millón de cosas. Uno de mis pensamientos favoritos empezó a ser el de como sería mi vida en el mundo humano actual.También imaginaba a Byakuya entrando por la puerta para verme.
"Tal vez... ahora que cambiaron de guardia, sea más difícil..." -éso era lo que intentaba pensar para no desanimarme.
A veces, pensaba en lo que me había dicho Renji acerca de él. En caso de que fuera cierto, éso explicaría su ausencia.
Pero, no podía ser así... ¿o si?
Las dudas comenzaron a surgir, y mi esperanza se fue desvaneciendo poco a poco. A veces me preguntaba: ¿cuándo seré libre?
***
Una tarde, justo cuando se habían acabado mis últimas esperanzas, entró Mayuri con una persona detrás de él.
Era Rukia-chan.
-Joven Natsuki-san -me dijo mientras abría la puerta de mi celda.
"Me ejecutarán" -pensé.
-Queda liberada por nuevas confirmaciones de su inocencia. -dijo, para mi sorpresa.
-¿S-Soy libre?
-Bueno, sí quiere puede quedarse aquí, o puede ofrecerse como sujeto de prueba en vista de que ha convivido de cerca con personas infectadas.
-Ah... creo que no será necesario. -dije solamente, mientras me iba.
-Natsuki-chan -dijo Rukia-chan dándome un abrazo -perdón por tardar tanto, pero no fue fácil dar evidencia de tu inocencia, al menos, no sí quien la juzga es Mayuri.
-¡Gracias Rukia-chan!
-Ahora, vamos a la casa.
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|Bleach| Narraciones de la Luna...
Fanfiction...Sus palabras terminaron con un largo y dulce beso... -Sí. La amaba, lo suficiente como para traicionar el honor de la familia Kuchiki... 2 veces Tal vez me he equivocado al haberme enamorado del capitán más frío que puede existir... Pero... Haber...