Decisión.

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-¡Perdona! Yo... perdona. -no sabía bien que decir.

-No importa... -dijo él, sólo que ahora se veía un poco pensativo y cabizbajo. -Estabas pensando en él... ¿cierto?

-No, bueno, si. Es sólo... que lo extraño un poco...

-Ya veo... tú y él eran... más que sólo amigos... ¿cierto?

-No, para nada. Pero no puedo quitármelo de la mente hoy...

-¿En serio?

-Sí. Hoy... si él siguiera vivo... hoy sería su cumpleaños.

-Oh... ¿Es sólo por éso?

-Sí. -guardé mi zanpakutō y me senté en el césped -Solíamos en cada cumpleaños ir a algún lugar que le gustara mucho al cumpleañero, sin embargo, él siempre nos hacía quedarnos ahí. Decía que era su lugar favorito en el mundo.

Se sentó a mi lado.

-¿La casa en donde vivían?

-Sí. Decía que era porque siempre le había gustado ese lugar. Nosotros solíamos hacerle ver las cosas malas de ese sitio, pero él siempre tenía una ventaja de cada cosa. Si le decíamos sobre el techo sin tablones y el frío que pasábamos durante la noche; él nos decía que los pocos tablones nos permitían ver las estrellas, y que si hacía frío durante la noche era mejor que sentir calor.
Siempre nos hacía ver lo bueno de todo.

-Todo tiene un lado bueno. Aunque odié admitirlo, incluso la entrada de un ryoka nos hizo bien.

-¿El ryoka Ichigo Kurosaki?

Sonrió.

-Sí. Si no fuera por él, Rukia ahora ya no estaría, y yo habría roto la promesa más importante que he hecho hasta ahora.

-No deberías de tener tantas promesas, mantenerlas es difícil a veces.

-Lo sé. Pero verás... el prometer algo significa que vas a cumplirlo. No es necesario que las personas te lo recuerden, porque lo haz prometido. Las promesas son pactos que se hacen con el alma. Algo que perdura en el tiempo.
Además, nadie dijo que sería fácil. Si fuera fácil no lo haría. Soy orgulloso, y francamente soy muy egoísta.
Cuando quiero proteger a alguien, no me gusta que haya otras personas que la protegan. Si voy a entrenar con otras personas, quiero ser el que mejor lo haya hecho; el que más se esfuerce.

-Creo que tiene sentido.

-Es mi orgullo el que me hace esforzarme cada día en continuar... o... al menos lo era.

-¿Ya no lo es?

-No. -me miró profundamente -Ahora es algo más. Algo que quiero proteger. -y me sonrió.

Me sonroje un poco, pero no sabía que pensar.

"Tonta, no está hablando de ti. Seguramente se refiere a... tal vez a Rukia, después de todo, es su hermana..."

-Joven Byakuya, su teniente Abarai Renji lo está buscando en la puerta de la entrada principal. -dijo Eugene entrando al jardín con nosotros.

Byakuya abrió un poco los ojos.

-No quiero lidiar con él ahora. Encargate.

-Le diré que se ha ido a una misión a luchar contra un hollow. ¿Está bien?

-Sí.

Y se fue con ello. Sin embargo en ese momento llegó una mariposa negra. Luego de recibir las noticias su expresión revelaba angustia.

|Bleach| Narraciones de la Luna...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora