El recuerdo de una vida [Borrador]

Lidiar con la situación

Mientras me cambio de vestimenta empiezo a pensar en lo mucho que te puede cambiar la vida en tan solo minutos, en un momento estás y en otro no, en un momento estás en la cima del mundo y al otro en el borde de un precipicio.

También pienso en lo loco que es querer a alguien hasta el punto de tener miedo de perderlo, al punto en el que te asusta quedarte solo una vez más, en el punto donde crees que si nada sientes, nada duele, con el propósito o con la finalidad de no volver a sentirte jodido, dañado o roto una vez más.

Agito mi cabeza levemente para disipar todos esos pensamientos que me dejan en claro que uno de los mayores peligros de un ser humano son sus propios pensamientos.

Me vuelvo a mirar en el espejo esta vez para maquillarme y cubrir esas ojeras que tengo por no dormir y como consecuencia de estar largas horas llorando.

Miro cada rasgo de mi cara, mi nariz que es fileña, no es ni muy gruesa ni muy delgada, mis ojos que no son nada del otro mundo, son cafés claros, mis pecas que son poco notorias pero es algo que me encanta de mí, labios ligeramente gruesos y pómulos que resaltan.

Cubro mis ojeras con un corrector, un poquito de color en las mejillas y elijo un outfit sencillo, unos jeans, una top negro y una cartera del mismo color acompañada de unas Jordan.

Ya debería de estar saliendo de mi casa para encontrarme con Melissa y Alex, más que todo con Meli, Alex llega tarde hasta a las fiestas, cosa que me fastidia pero con el tiempo te acostumbras.

 Así qué hay dos opciones, o ella está en la puerta esperándome porque es muy tímida para tocar el timbre o ya está en el parque esperando por mí, tomo mi celular veo la hora.  Son las 6:15 PM y hay un mensaje de ella:

Meli simp: Estoy en la puerta, sal.
(Es un nombre muy original y que ella niegue que sea una simp solo hace que su categoría simp aumente)

Lo sabía, así que aceleró mi paso y bajo las escaleras y me dirijo a la cocina, busco a mamá y le doy un beso en la mejilla.

-Ma, Meli está en la puerta, me voy, cuídate, chao -le doy un último beso antes de irme.

-Chao, cuídate, tú también- me grita al notar que me alejo.

Llego hasta la puerta y veo a mi mejor amiga, le doy un abrazo el cual realmente necesitaba.

-Sé que te lo han preguntado todo el día así que no te preguntaré cómo estás...

-Gracias aunque tampoco sabría cómo contestarte.

El parque queda muy cerca de mi casa por eso nos vamos caminando y es un trayecto de 3 o 5 minutos.

Nos ponemos a hablar de libros mientras Alex se digna a aparecer, realmente amamos leer y es algo muy importante en nuestra amistad.

Cuando veo al chico de tés blanca, cabello negro y como de 1,78 de estatura se acerca

-Al finnnnn -Se tira Melissa dramáticamente en el pasto, mientras que yo me levanto casi que corriendo para ir y darle un abrazo

-Te extrañe, Niño del vape

-Enserio, ¿Te acuerdas de eso?

-Obvio, no cualquier día te pillan usando el vape en el baño del colegio y por consecuente te ponen a hacer un discursito de moral.

-Yo también te extrañe ardillita.

-Ey ya no soy tan cachetona -Y le doy un manotazo en el brazo.

Luego de que lo saludara nos sentamos en la grama y empezamos a hablar delo que ha estado sucediendo.

-¿Cómo te sientes? ¿Quieres hablar de aquello?- pregunto Alex, siempre se ha preocupado mucho por mí, cosa que siempre he agradecido.

-Pues- suspiró pesadamente intentando ordenar mis ideas- nunca había vivido una muerte tan cercana, gracias a Dios mi familia o bueno mi núcleo familiar sigue intacto, así que fue un golpe bajo vivir su muerte, no te puedo decir que saber que iba a morir aligeró la carga porque una cosa es que te lo digan y otra totalmente es vivirlo, porque el diagnóstico que nos dio el doctor que es que debido al lugar donde el tumor estaba situado la situación iba a ser compleja, pero digamos que intente mentalizarme -Esta última palabra parecíamás pregunta que afirmación.

-Lo importante es que logró descansar- dice Meli.

-Sí, era muy duro verlo en su cotidianidad y que de la nada tuviera mareos, pocas energias y ganas de vomitar- y al decir esto siento como si todas esas noches revivieran en mi memoria, recuerdo como él estaba tirado en su cama sudando frío mientras yo sostenía su mano, como lloraba por el hecho de sentirse vulnerable.

-Y ¿Qué piensas hacer ahora?- pregunto Meli, Alex por su parte estaba atento y callado.

-Darme el tiempo que necesito, si necesito llorar minutos lo haré, si son días lo haré, me daré el tiempo de desahogarme, no quiero ignorar lo que está pasando, lo que quiero hacer es lidiar con la situación y lograr superarla.

De repente siento un abrazo por la espalda, entiendo por qué y de quien es, Melissa no es una persona que se sepa expresar mediante palabras es más de afecto físico, no sabe consolar a alguien con palabras pero si con abrazos.

-Bueno bueno, así como Jesús hizo milagros yo también los puedo hacer,con un chasquido de dedos tengo una botella de alcohol y 50 dólares menos - Añade Alex

-Ah pero Jesús. 

-Sisisi, así como el reparto pan y vino, yo reparto no pan pero sí alcohol.

Ya entienden a qué me refiero a una amistad no tan agradable con el alcohol.

Seguimos hablando de temas cualquieras, ya que sé que Alex tiene un humor bastante pesado (me gusta su humor, no lo puedo negar) pero él intentaba no hacer estos por no pasar por inoportuno.

1 Botella y un Alex medio ebrio más tarde, cada uno decide volver a sus respectivas casas, yo decido tomarme un baño otra vez, y luego de este, decido ponerme una pijama de dos piezas, al acostarme en mi cama mi vista queda fija en el techo, y me pongo a pensar en lo que debería hacer con mi vida luego de esto, lo que tengo claro es que cumpliré mis metas y parte de las suyas.

Uno nunca sabe el tiempo que tiene, la muerte puede llegar donde sea cuando sea, intentare aprovechar el tiempo, ya que es prácticamente un regalo que muchas veces desperdiciamos.