cybergirl [parker] squad of heroines ²

𝙷𝙾𝙼𝙴𝙲𝙾𝙼𝙸𝙽𝙶

En el almacén de Toomes, Mason estaba trabajando en un pequeño dispositivo que brillaba con un tono púrpura, un núcleo Chitauri. Sopló el extremo de la herramienta de soldadura y tomó un cubo brillante. Arrojó el cubo al refrigerador, creando un portal rectangular. Extendió la mano y tomó una lata.

—Vaya, vaya —se dijo complacido.

La habitación tembló, las partes del cubo se cayeron del frigorífico, cerrando la pequeña abertura. Toomes aterrizó en la plataforma con su traje de buitre, se quitó el traje y bajó las escaleras, pisando fuerte con furia.

—Idiotas. Idiotas —masculló, arrojando su casco— ¡Idiotas!

Un trabajador miró al Buitre, alarmado.

—Jefe —le llamó Mason—. Su esposa le sigue enviando mensajes de texto. Algo sobre una luz de los frenos.

—¿Qué te dije sobre mirar mi teléfono? —reprendió, acercándose a tomar su celular.

—Oh, lo siento. Lo dejó fuera. Sabe que soy una persona curiosa por naturaleza.

Toomes lo ignoró, revisando su teléfono.

—Terminé de diseñar ese sello de vacío de gran altitud.

—¿Eh?

—En caso de que quiera, sabe, ir por el grande.

—¿Sigues en eso? Te dije que no. La respuesta es no. Olvídalo.

La camioneta, muy dañada por la pelea con el Hombre-Araña, entró en el almacén. El Buitre y Mason miraron con curiosidad. Jackson Brice apareció desde la parte trasera de la camioneta, sin molestarse en abrir las puertas inexistentes que fueron arrancadas durante la pelea.

—¡Vaya! —sonriendo, Jackson se quitó el arma de la mano y llegó hasta el Buitre— Quiero decir, eso fue rudo.

Molesto, Toomes caminó hacia Jackson.

—¿Cuántas veces te he dicho que no los dispares al aire libre?

—Dijiste que moviera la mercancía.

—Bajo el radar. ¡Bajo el radar! —le recordó— Así es como sobrevivimos. Si traes a Control de Daños o a los Vengadores aquí, hemos terminado. Estás ahí fuera usando esa cosa tonta, iluminando autos, llamándote a ti mismo el Shocker. "Soy el Shocker. Impacto a la gente". ¿Qué es esto, lucha libre profesional?

—Ah, lo que sea, viejo.

Jackson se acercó a la mesa más cercana, quitándose los guantes, y Toomes lo siguió.

—Mira. Sé que no te importa una mierda nada. Pero a mí sí. Construí todo este lugar porque tengo gente que cuidar.

—Sí, sí, sí, sí, sí —contestó Jackson con burla.

Toomes mira a Jackson con expresión fría.

—¿Sabes qué? No puedo permitirme tu mierda. Sal de aquí.

—¿Qué?

—Has terminado. Estás fuera de la tripulación.

—Sí, está bien. Está bien. Aunque, me pregunto si puedes permitirte perderme... Con todo lo que sé.

Jackson comenzó a alejarse despreocupadamente. Toomes miró a Brice debidamente molesto.

—¿Disculpa?

—Um, sólo digo que... tal vez a tu esposa le gustaría saber de dónde sacas realmente tu dinero —amenazó Jackson.

—¿Sabes qué?

—¿Qué?

—Tienes razón —admitió Toomes, y miró a Mason—. ¿Eso funciona? —le preguntó en voz baja, señalando el arma sobre la mesa.

—No lo sé —respondió Mason.

Toomes se volvió de nuevo a Jackson.

—No puedo permitírmelo.

Entonces, Toomes levantó y disparó el arma de alta tecnología en la que Mason estaba trabajando. Un rayo purpúreo rodeó a Jackson y lo jaló por un hoyo negro, desapareciéndolo de la Tierra.

El guantelete de Jackson cayó al suelo. El arma se apagó. Toomes se vio un poco confundido. Schultz miró el lugar donde Jackson había sido enviado a otro mundo.

—Maldita sea.

—Pensé que esta era la pistola anti-gravedad —le dijo Toomes a Mason.

—¿Qué? No, ese es el de allá —le dijo, Mason señalando otra arma.

Dejando caer el arma sobre la mesa de trabajo, Toomes recogió el guantelete de Jackson y se lo lanzó a Schultz.

—Ten. Ahora tú eres el Shocker. Sal y encuentra esa arma que perdió —ordenó.

—Está bien.