cybergirl [parker] squad of heroines ²

16. Secreto al desnudo

Peter subió al edificio del apartamento donde vivía con su tía May, todavía vestido con su traje del Hombre-Araña y esquivando ventanas. Abrió la parte superior de la ventana de su dormitorio y miró hacia adentro. La tía May pasó frente a su puerta abierta, sin darse cuenta de él. Peter subió al dormitorio por el techo y cerró la ventana con el pie. Se quitó la máscara, la tiró y gateó por el techo. Intentando no hacer ningún sonido, cerró la puerta y saltó al suelo. Se escuchó un clic silencioso cuando el pestillo de la puerta se deslizó hacia su lugar.

Entonces, Peter se giró y encontró a Ned sentado en su cama. Conmocionado, con la boca abierta. La Estrella de la Muerte de Lego cayó al suelo y se desarmó en pedazos.

—¿Qué fue eso? —gritó May.

—Eh, no es nada. ¡No es nada! —gritó Peter de vuelta, evitando a toda costa que May fuera a su cuarto.

—Eres el Hombre-Araña. De YouTube.

—No lo soy. No soy —mintió Peter, y presionó el emblema de la araña en su pecho. El traje volvió a quedar holgado y se cayó de su cuerpo.

—Estabas en el techo.

—No, no lo estaba. Ned, ¿qué estás haciendo en mi habitación?

—May me dejó entrar. Dijiste que íbamos a terminar la Estrella de la Muerte.

—¡No puedes irrumpir en mi habitación!

May abrió la puerta y se soltó el pelo de un moño bajo. Agitó un trapo frente a su cara para disipar el humo que salía de la cocina.

—La receta del pastel de carne de pavo es un desastre. Vamos a cenar. ¿Tailandés? Ned, ¿quieres tailandés? —lo invitó con una sonrisa amable.

—Sí.

—No —dijo Peter, por encima de la voz de Ned—. Tiene algo.

—Algo que hacer después.

—Está bien —dijo May, y señaló con el dedo a Peter, que sólo estaba vestido con calzoncillos—. Quizás ponte algo de ropa.

Dicho eso, May se fue y cerró la puerta detrás de ella.

—Oh, ¿ella no lo sabe?

—Nadie lo sabe —aclaró Peter—. Quiero decir, el señor Stark lo sabe porque hizo mi traje, pero eso es todo.

—¿Tony Stark te hizo eso? —susurró impresionado— ¿Eres un vengador?

Peter dudó, pero después asintió.

—Sí, básicamente.

—Vaya...

—No puedes contarle a nadie sobre esto. Tienes que mantenerlo en secreto.

—¿Un secreto? ¿Por qué?

—Ya sabes cómo es May. ¡Si descubre que hay gente que intenta matarme todas las noches, no me dejará hacer esto nunca más! Vamos, Ned, por favor.