💀Cripta en la ONU💫

Cap. 1 México

Curioso, no recordaba que había pasado. No era la primera vez que eso le pasaba, cada que iba de parranda terminaba con algunas lagunas mentales, pero esto se sentía tan familiar como diferente.

Observó a su alrededor tratando de ubicarse, estaba oscuro, ¿quizá lo habían secuestrado de nuevo los narcos? No era una posibilidad que le agradara pero tampoco era tan factible, desde la última vez que se los madreó por su cuenta, ninguno de ellos lo había vuelto a intentar. Además, no sentía ninguna atadura.

-A ver wey, piensa, ¿qué es lo último que estabas haciendo?- dijo México tratando de levantarse, demonios se sentía como la misma mierda.

Una vez que se pudo mantener en pie comenzó a dar vueltas tratando de recordar.

-Estábamos en el edificio de la ONU terminando la junta, escuché gritos y luego... ¿luego que?- el latino se rascó la cabeza confundido.

Buscó en sus bolsillos tratando de encontrar su teléfono pero solo tenía su encendedor con él, bueno, una luz es una luz y ese sitio le estaba dando escalofríos con lo callado y oscuro que estaba.

Con algo de esfuerzo, a la madre incluso sus dedos se sentían tiesos, logró obtener una pequeña flama, a su alrededor había escombros y algunos bultos que no sabía si eran siquiera personas o más escombros.

-¡Weys! ¿Alguien me escucha?- su boca estaba seca, ¿cuánto tiempo había pasado?

Inspeccionando los bultos observó que varios eran humanos, trabajadores del edificio de la ONU. Remangando su camisa se puso manos a la obra, él había entrenado junto a sus TOPOS desde que se fundaron y ahora era momento de ponerlo en práctica, aún cuando él no entendía qué pasaba.

Encontró su maletín medio aplastado por uno de los escritorios, podrían llamarle paranoico tanto como quieran pero él era un hombre precavido; sacó su botiquín y una lámpara, necesitaba luz y el encendedor solo le estaba consumiendo el oxígeno. Tomó también unos guantes para trabajo pesado que se le habían estado olvidando de sacar.

-Bueno Mex, piensa, no tienes teléfono y no parece que nadie te escuche, revisa a los humanos, seguro alguno sigue vivo o trae su celular- el latino suspiró y se echó ánimos a sí mismo antes de rasgar una parte de su camisa y cubrirse boca y nariz.

Pasó el tiempo, ninguno de los teléfonos que encontró tenía pila, ninguno de los humanos estaba vivo, estaba él solo en medio de una cripta. Decidió descansar un poco, tenía que encontrar una forma de salir, no tenía comida ni agua y no planeaba hacer lo que viejos instintos le incitaban a hacer. Él aún no estaba tan desesperado como para perderle respeto a los muertos.

En algún momento se tuvo que haber quedado dormido, ya que se despertó sintiendo como su cuerpo rogaba por comida. Observó a los humanos pero negó con fuerza, no podía hacer eso. Se decidió a buscar botellas de agua, siempre en las juntas se quedaban algunas a medio acabar, si tenía suerte encontraría una.

-I think there is someone there- [Creo que hay alguien ahí]

México se levantó con rapidez, había escuchado a alguien, estaba seguro.

-¡Estoy aquí!- gritó el latino acercándose a donde escuchó la voz.

-Impossible! There is really someone!- [¡Imposible! Realmente hay alguien!] más voces se unieron a la primera. No estaba solo.

-¡Cabrones ayúdeme a salir!- alivió se instaló en su cuerpo mientras abrían una ruta de escape.

La ayuda no tardó en encontrarlo, una mezcla de sus TOPOS y otros le ayudaron a salir de debajo de los escombros.

-Señor México, un gusto verlo sano y salvo- dijo un paramédico mientras lo revisaba.

-¿Cuánto tiempo estuve ahí abajo?- preguntó el country latino, no había visto a otro país en todo el tiempo del rescate.

-Por lo menos una semana, en un momento llegará el señor OMS para que pueda revisarlo- respondió la paramédico.

Algo no le cuadraba a México, una semana, una semana inconsciente debajo de escombros sin agua ni comida. Sabía que si era posible, había visto a sus ciudadanos sobrevivir durante los derrumbes en los terremotos. Sabía que por ser un country podía sobrevivir más que ellos.

Pero había sido una semana y él se sentía como si hubieran sido solo unas horas.

Apretó su pecho donde su corazón debería de estar, un latido estable le respondió, curioso, parece que su cuerpo no entendía la situación en la que había estado.

-México- saludó OMS mientras se acercaba al latino.

Él respondió el saludo con una media sonrisa, tenía demasiado en la mente. La organización se puso manos a la obra revisando al latino, curioso, solo ligeros signos de deshidratación y cansancio.

-Sabes- dijo la OMS llamando la atención de México -Nos diste un enorme susto a todos, según los reportes iniciales a ti te había caído un escombro encima-

-Se han de haber confundido, yo estoy completamente entero, ¿quizá sólo me cayó enfrente?- sugirió México, la idea de ser aplastado le dio escalofríos.

Tras otro rato de pruebas OMS le dio el visto bueno para que regresara a su país, sin embargo la organización se quedó llena de dudas, ¿qué había pasado? El mexicano estaba sin un solo rasguño, sin los efectos normales de haber estado una semana sepultado, los cuerpos que fueron encontrados en el mismo sitio que él estaban comenzando a descomponerse pero el latino no parecía ni inmutado por el olor, ni siquiera tenía el olor pegado como cualquiera pudiera suponer.

El mexicano olía a cempasúchil pero eso tampoco tenía sentido.

Suspirando decidió dar su informe a la ONU, le agradaría saber que el país faltante ya había sido ubicado. 

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Notas de Autora: Hola! Espero que les guste esta pequeña cosa, México acaba de experimentar algo imposible de entender, pero no parece que le agobie demasiado. Sin embargo parece que hay más en el asunto. Dejen sus teorías abajo y comenten si quieren alguna pareja en específico! Nos leeremos luego!!

Próximamente: {Sintió como el alma se le iba, frente a él tenía que estar un espectro o una mala broma por parte del italiano, no había forma de que quien estaba frente a él fuera México. Él vio como le cayó una parte del techo encima, vio sangre y escuchó el crujido de huesos, esto no podía ser México}