Pink Love

Pink Love: CHAPTER VII

BESO DE CHOCOLATE.

Llevó su vista al cielo teñido repentinamente de un azul oscuro decorado con pequeñas y hermosas estrellas; ninguna lucía tan hermosa como Tiffany.

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Ambos cuerpos se vieron expuestos a la brisa que comenzaba a invadir la habitación por la ventana, aunque para ambas el ambiente estaba más caliente que el mismísimo desierto; Tiffany hubiera disfrutado jugar con el hecho de que Taeyeon haya arrancado su ropa por completo en una milésima de segundo pero no podía pensar en ello, no podía articular palabra, más que el nombre de la dueña de sus ahogados gemidos. Hace unos minutos ella era quien sacaba suspiros de la mayor, ¿cómo había terminado con la espalda contra el colchón y los brazos rodeando el cuello de su novia en busca de que succionara con mayor fervor sus rosados y erectos pezones? ¿Cómo?

¿Jugarás toda la noche con mis pechos o pensabas penetrarme en algún momento, Tae? -Balbuceó con la vista nublada gracias al placer que le proporcionaba tener a la más baja encima suyo, pero cayendo en cuenta de sus atrevidas palabras segundos después con el sonrojo de su rostro en aumento; Taeyeon rió con dulzura antes de dar un beso de esquimal a la menor en lo que sus manos viajaban con suma y torturante lentitud por la piel ligeramente bronceada de la misma hasta encontrarse con sus muslos; realmente amaba el observar cada reacción de Tiffany en el momento que sus falanges entraban en contacto con cualquier fracción de piel impropia, amaba ver sus reacciones al hacerla suya.- ...agh.

"Todo a su tiempo, Phany Phany."

"Odio que me llames de una forma tan adorable en esta situación."

Taeyeon ofreció una sonrisa a su contraria una vez más antes de dirigir sus labios al ya marcado cuello de esta, creando un camino de pequeños besos hasta su pecho y mordiéndolo con picardía nuevamente antes de seguir bajando para encontrarse con el húmedo centro de la menor, pasó sin pudor la punta de su sinhueso por los labios vaginales ajenos, como si fuera un niño saboreando su helado preferido; un gemido escapó de las entrañas de Tiffany, la de baja estatura ahora se encontraba jugando en su sexo con aquel pedazo rosado que podía hacer que cualquiera perdiera la razón y sí, Tiffany la había perdido.

Un gemido, dos gemidos, tres gemidos; en minutos Tiffany terminó gritando el nombre de su amada al sentir sus paredes contraerse contra ese pequeño sinhueso.

Taeyeon subió para poder ver, con un tanto de orgullo, el rostro de la menor después del orgasmo, pero en lugar de terminar entre los brazos ajenos y obtener un beso de dulce chocolate recibió una cachetada con desconcierto; la rosada de la más alta entró en la cavidad bucal de Taeyeon, creando un vaivén brusco, que arrancaba suspiros de ambas, entre ambos labios.

"Ahora tengamos sexo."

Pero...

"Cállate, ahora eres mi juguete, yo mando y juro que te azotaré hasta que sangres y necesites silla de ruedas."

Taeyeon no sabía si reír o temer; una parte de ella dudaba que Tiffany pudiese darle sexo duro, pero por otra parte sabía que la amante del rosa no jugaba en estas situaciones... Quizá simplemente debió haberle hecho sexo rudo desde el principio para ahorrarse todo.