Pink Love: CHAPTER XI

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CAMBIO DE ROLES.

Lo único que deseaba Taeyeon es ese momento era poder sentir la calidez de los brazos impropios rodearle con cariño.

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Baek, hola. -La más baja soltó un suspiro antes de dibujar una pequeña y evidente falsa sonrisa; no negaba que el chico fuese guapo y algo amistoso, pero su mente solo podía admirar desquiciadamente a la chica amante del rosa que ahora mismo le dedicaba una mirada asesina, algo que no iba a negar, le encantó. Eso significaba que le había hecho dejar de pensar en Jessica, quizá.-

"Oye, sé que tienes novia... Yo también tengo pareja, no lo malinterpretes; en realidad aquella chica quiere pasar un rato contigo, incluso te ha comprado un helado... ¿sería posible que pasearas por hoy con ella? Nada formal, ya sabes."

Cada palabra cargada de nerviosismo por parte del chico un tanto afeminado fueron como dulce música para los oídos de la mayor, sinceramente tenía una extraña sensación de no querer estar con Tiffany, consideró el hecho de que quizá estaba por tener la regla no lo sabía con certeza, pero algo andaba mal en su interior y tal vez eran sus ovarios. Sin más dirigió la mirada hasta donde se suponía se encontraba la chica, uno, dos, tres, cuatro, cinco, pum.

Exploto una bomba de cosquillas en la boca de su estómago, como solo Tiffany sabía activarla, pero esta vez la causante fue la mujer que le observaba desde un banco no muy alejado de donde estaban, la princesa rosa también le examinó con la mirada.

Era bonita, demasiado. Sí no fuera por lo largo de sus piernas podría jurar que se trataba de una niña de tan solo trece años de edad. Su mirada era dulce, como si pudieses leer su alma con tan solo observar aquellas orbes cafés.

Taeyeon tenía frente a si a un hermoso ángel.

"De acuerdo."

Contestó sin más sorprendiendo a las dos personas a sus costados, con la ligera diferencia de que Baekhyun parecía contento y Tiffany... bueno, ella posiblemente correría a comprar un rifle de doble cañón; el chico sonriente murmuró algo imperceptible para los oídos de Taeyeon gracias a su aturdimiento para después comenzar a caminar de regreso a la chica cara de ángel. La más baja no dudo en seguirle inmediatamente pero aquellas suaves manos de su amada le detuvieron en un fuerte agarre en su brazo.

¿Realmente me dejarás aquí para irte con ella? -La voz de Tiffany era quebrada pero firme, sus ojos retaron unos segundos a los de la mayor pero al poco tiempo bajaron hasta encontrarse con el frío suelo; Taeyeon sintió un vacío en su pecho, como sí le hubiesen arrancado una parte de su órgano sanguíneo. Se limitó a apretar sus puños hasta que sus nudillos se tornaran blancos para después levantar con delicadeza aquel bello rostro de su enamorada, y depósito un corto beso en las comisuras de sus rosados labios.

"Puedes regresar sola a casa, además estás más concentrada en la pantalla de tu móvil que en mi; tranquila, no me enamorara, no soy como tú, ni ella parece ser como Jessica."

Y se marchó, dejando a una Tiffany desconcertada, con mil dagas chinas clavadas en el pecho, chinas porque una vez leyó que las chinas dolían más, ah. Y con una incógnita, ¿Habían cambiado de roles? Taeyeon nunca antes fue así.

« Cállate, ahora eres mi juguete, yo mando y juro que te azotaré hasta que sangres y necesites silla de ruedas. »

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