Pink Love

Pink Love: CHAPTER I

AZÚCAR AMARGA.

Sus pequeñas orbes cafés se vieron invadidas por aquellas peculiares gotas de agua salada llamadas lágrimas. ¿Cómo había terminado así? Simple, perdió a su persona especial.

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Princesa... despierta cariño. -La dulce voz ajena le despertó de golpe, causando que abriera sin mucha voluntad sus pesados párpados; la luz solar que comenzaba a colarse por las persianas de la habitación ya era suficiente tortura para su pequeño cuerpo que sin duda necesitaba seguir dormido por tres décadas más.- ¡Tae! Anda... -Sus pensamientos de dormitar fueron interrumpidos una vez más por la melodíosa voz de la menor que, en un movimiento brusco, le tumbó del inmueble acolchonado.-

Tiffany la educada, amable y... decente, claro.

¿No podías despertarme con un beso en lugar de intentar dejarme invalida? -La más baja protestó sobando su trasero con un mohín de evidente dolor, entonces todo quedó en silencio, dejó de sentir aquella punzada en sus glúteos para dar paso al latir desenfrenado de su corazón. La más alta había juntado los labios de ambas en un vaivén suave y sumamente lento.-

Lo siento, Tae... -Murmuró la chica de sonrisa radiante una vez que rompió bruscamente el acto entre ambos incisivos a la vez que, con la yema de su pulgar, acariciaba la mejilla ajena, tratando de limpiar el camino de baba que le decoraba.- Prometiste que iríamos a pasear temprano...

Cierto. Lo había prometido la noche anterior. ¿Tan idiota y descuidada era?

E iremos, princesa rosa. -Regaló una sonrisa a su novia; realmente le adoraba, adoraba su sonrisa, sus ojos, su cabello, sus piernas... la adoraba. Podía recordar el día que le pidió que fueran pareja, ya hace unos años, antes era una adolescente tonta, ¿cómo semejante mujer inocente y hermosa le había dado una oportunidad en su corazón? Aunque no podía negar que Tiffany no tuviera su lado perverso, como aquella vez que le había dado placer en pleno vestidor de una tienda departamental. Apesar de todo era su niña, su princesa, su pasiva, su Tiffany Hwang... su persona especial.