Pink Love

Pink Love: CHAPTER III

CAFÉ AMARGO.

Sus pasos se volvieron pesados al pasar los minutos, es más, ya no sabía cuánto tiempo llevaba caminando, y debía admitir que no le importaba, su vida ya no tenía sentido. Sonaba dramático pero así se sentía, había perdido a quien quiso por demasiado tiempo. Había perdido a su princesa rosa.

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

"No puedo creer que me dejaras corriendo como demente sola mientras tu coqueteabas con aquel hombrecillo."

La más alta observó con fuego en los ojos a la castaña que descansaba en el amplio sofá de la sala principal; una escena más de celos para Taeyeon y una punzada en el corazón para Tiffany. Por más infantil que pareciera a Tiffany realmente le afectaban los detalles como esos, y más cuando le pareció ver aquel peculiar brillo en los ojos de su amada al ver a ese chico andrógino, aquel brillo que sólo le mostraba a ella.

Sólo tropecé con él por seguirte, malcriada. —Bufó con cansancio la más bajita a la vez que cerraba sus ojos y echaba su cabeza hacia atrás en señal de esto; estaba irritada, había dormido mal, no pudo pasar un buen rato con su novia y ahora le hacía una escena de celos, sin mencionar las múltiples veces que su trasero fue golpeado. Taeyeon ahora era una caja de tiempo que esperaba las doce en punto para explotar.— Sólo olvidalo Tiff...

“Sólo olvidalo Tiff” si te tomaras aunque sea unos minutos para considerar lo que siento entenderías.

Si tomara unos minutos para considerar terminaría dejándote. —Y esa explosión llegó. Taeyeon abrió los ojos para observar cansada a la pobre Tiffany de rostro ahora pálido; esta última mordió su labio inferior en busca de contener las lágrimas o quizás buscaba contener la tentación de contestarle de mala gana a la contraria e iniciar una discusión.—

Un silencio profundo se estableció en el lugar, por más fuerte que pareciera, la menor podía llegar a ser la persona más sensible del planeta y esto, claro está, sólo lo causaba Taeyeon, incluso si de una tontería se trataba.

“Entonces hazlo, vete.”

La de sonrisa brillante se encaminó a la habitación que con compartían con cara de pocos amigos. Una vez más había conseguido herir a la menor, genial Kim Taeyeon, genial.

Unos minutos después Tiffany escuchó la puerta del lugar abrirse y cerrarse con un suave golpe, dejando nuevamente el silencio invadirle.

“¿Realmente mi Taeyeon se fue?”