6. Una transformación

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–Jongin– Kyungsoo le llamó mientras el chico trabajaba a su lado en unos bocetos que quería terminar para esa misma tarde.

–¿Algo está mal?– quiso saber de inmediato, pensando que iba a recibir una crítica por su trabajo.

–No, no. Sólo quería decirte que tienes una mancha en la mano.

–Oh, esto. Sí, pues anoche estuve experimentando con colores y bueno, debió quedar un poco. Me lavé mucho las manos, pero a veces los tintes son un poco difíciles. A veces el agua y el jabón no son suficientes y...

–Entiendo, entiendo– Kyungsoo sonrió dejando ver la particular forma de sus labios y siguió hablando de trabajo. Jongin no dijo nada más, pero se quedó un poco sorprendido por el interés de su compañero en algo tan trivial. Hasta mientras, Kyungsoo supuso que Jongin se refería a los tintes de cabello, pero en realidad el chico hablaba de los tintes que utilizaba para pintar en su taller.

Dos semanas habían pasado desde que Kyungsoo empezó a actuar de una manera muy extraña cuando estaba a su alrededor en la oficina. Ya no era tan impaciente, ya no se quejaba de sus actitudes o le recriminaba nada. Ya no juzgaba su forma de reaccionar y se volvió amable, considerado y hasta generoso con él. En algunos momentos hacía preguntas o comentarios que le daban la impresión que tenían un doble sentido, pero no entendía nada porque el contexto era confuso. Baekhyun y Chanyeol lo notaron también, pero sus únicos comentarios eran que tal vez Kyungsoo se había dado cuenta que por las malas no se conseguiría nada y que él debería hacer lo mismo. Las cosas finalmente habían quedado en el pasado y, de esa forma, tendrían una pacífica convivencia en el trabajo.

Pero Jongin sentía que existía una razón oculta y quería descubrirla. No parecía una afinidad laboral así nada más. Kyungsoo lo miraba con otras intenciones y, en parte, se preocupó un poco por eso. Intentó olvidarlo, pero conforme pasaban más y más tiempo juntos, se convenció de que no eran imaginaciones suyas. Notaba como el chico rozaba su mano cada vez que tenía oportunidad o hablaba de programas y películas como si Jongin supiera las tramas, pero rara vez entendía las referencias que le daba. Además, otra cosa lo enloquecía: cuando Kyungsoo notaba que no había comprendido lo que pasaba, empezó a decir "hablaremos de esto cuando estemos a solas", pero ellos rara vez se quedaban sólo los dos en un mismo lugar.

Finalmente, una última pista lo intrigó más que nunca. Cuando él y Baekhyun hablaron sobre la nueva actitud de Kyungsoo, el mayor de los dos le hizo una pregunta que lo dejó más curioso todavía.

–No estoy loco ni paranoico. Ha estado actuando de forma extraña– comentó Jongin.

–Bueno, hace no mucho Kyungsoo me preguntó si hacías cosas extrañas en la noche.

–¿Qué?– se alarmó Jongin.

–No es lo que piensas. Dijo que se encontró contigo en la calle y que usabas ropa extraña, como un disfraz, y que tenías el pelo verde.

–¿Por qué tendría el pelo verde?– el muchacho se veía confundido.

–Eso es lo que yo pensé, dijo que te preguntaría directamente, pero veo que no lo hizo. Creo que ustedes deben conversar.

Baekhyun no dijo nada más y Jongin se quedó muy pensativo. ¿Por qué Kyungsoo decía eso? Era una pregunta muy específica para ser fortuita. Era algo absurdo inventarse que tenía el pelo verde e iba disfrazado en la calle sin razón. Descartó que quisiera hacer una broma o que fuera una estrategia extraña para hacerle quedar mal. Kyungsoo era bastante maduro y profesional. Algo no andaba bien y Jongin no podía evitar preocuparse.

–Bueno, casi es hora del almuerzo, ¿a quién le toca ir hoy?– preguntó Chanyeol en voz alta, el medio de la oficina. Era un día caluroso, el verano se estaba acercando y parecía una buena idea ir por algo fresco.

–Yo lo haré– anunció Kyungsoo. –Jongin, ¿vienes conmigo?

Los tres otros muchachos alzaron la mirada atónitos. Baekhyun le hizo señas a Chanyeol para preguntar qué estaba pasando, pero él se encogió de hombros. Jongin pidió ayuda con los ojos, pero sus amigos no le colaboraron mucho al ver su señal de auxilio.

–Pueden traer bebidas refrescantes, gracias– pidió Baek con una sonrisa y regresó su vista a su computadora.

–Se han pasado toda la mañana con el proyecto. Creo que les haría bien un poco de aire fresco– el gigante clavó su mirada en sus apuntes para ignorar al desesperado Jongin que no iba a poder decir que no, pero que se sentía incómodo a morir.

–Eh, sí, claro. Bien. Buscaré mi billetera– murmuró el menor de todos poniéndose de pie.

–No es necesario. Hoy invitó yo– Kyungsoo sacó su tarjeta y los otros dos celebraron.

–¡Entonces compra carne!– pidió Chanyeol y el chico rió.

–No se aprovechen de mi pobre generosidad. Ustedes saben muy bien cuál es mi sueldo– los tres rieron y el chico se dirigió a la puerta.

–¿Por qué debo ir?– preguntó en voz baja Jongin haciendo un mohín.

–Sé amable– le ordenó Baekhyun e hizo un gesto para que lo siguiera, así que el asustado muchacho tuvo que obedecer.

Fueron caminando. Había muchos restaurantes en los alrededores de su oficina y siempre podían escoger cosas diferentes para variar. Prefirieron comida que pudiera comerse fría y unas bebidas con mucho hielo. El aire acondicionado de su trabajo no era muy bueno, así que tenían que buscar otras formas para refrescarse. Jongin se sorprendió al ver que Kyungsoo parecía repentinamente liberado. Hablaba animadamente de una comida que le gustaba mucho y que si pudiera conseguiría la receta estaría encantado de cocinarla para que él la probara.

–¡Tengo una idea! Deberíamos cocinar algo delicioso hoy y compartirlo mañana con Baek y Chan. ¿Qué opinas? Te parece, no sé, ¿está bien a las siete?

–¿A las siete?

–Sí, nos veremos en la tienda a las siete. Pero esta vez, si digo a las siete es a las siete. No a las seis y media o a las nueve. ¿Me entendiste bien?– Kyungsoo empujó un poco a Jongin y rió. Se veía mucho más joven y despreocupado de esa manera.

–¿En la tienda?

–Creo que lo mejor será un kimbap y mucho kimchi. Es fácil de hacer, se puede comer frío y mañana comprarás sólo las bebidas. Eres el líder del equipo, mostrar tu interés por los demás con una comida hecha en casa puede animar al grupo.

–¿Las bebidas?

–Te estaré esperando, ¿sí?

Kyungsoo pidió comida para todos y pagó tal como había prometido. Siguió hablando de planes para esa noche y Jongin no sabía cómo rechazarlo. ¿Qué podía decirle? No me siento cómodo contigo. ¡Imposible! Sería grosero e innecesario. Se prestaría a más malos entendidos. Sólo tenía que buscar la manera de decirle que estaría ocupado esa noche, a pesar de que no tenía más planes que ir al gimnasio y ver caricaturas antes de dormir.

–Creo que– empezó el muchacho en voz baja. –Está será una noche ocupada para mí. No sé si... entiendes.

Kyungsoo lo miró por un segundo y parecía no entender, hasta que finalmente abrió la boca y exclamó un gran ah. Le entregó una de las bolsas de la comida y regresaron a la oficina. La gente que caminaba alrededor tenía ropa fresca, bebidas o ventiladores personales. Jongin se arrepintió de sus palabras y, al parecer, su compañero lo notó de inmediato.

–Comprendo, no hay problema– el chico no parecía resentido o fastidiado, estaba tranquilo y eso alivió a Jongin de sobremanera, le dio la fuerza de hacer preguntas y dirigir toda su atención al trabajo otra vez.

Jongin no sabía cómo reaccionar cuando, al día siguiente, Kyungsoo trajo kimbap hecho en casa para todos con mucho kimchi y le pidió a un asombradísimo Jongin que comprara las bebidas tal y como había prometido. El chico lo hizo sin entender qué era exactamente lo que había pasado. 

Red (Kaisoo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora