20. Tiempo

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–¿Quién es este?– preguntó enseguida Baekhyun.

–¿Este?– se quejó Kai– tal vez no era humano, pero había desarrollado sentimientos.

–Baek, esto es muy complicado–intervino Kyungsoo un tanto ansioso por lo que iba a pasar.

El invitado, fiel a su personalidad, examinó a Kai y se dio cuenta de inmediato que el largo del cabello era distinto, que esos ojos no eran falsos y, más que otra cosa, ese no era Jongin. Se veía como él, eso era cierto, pero no se trataba de su amigo. Podía asegurarlo. Además de esos focos celestes que llamaban tanto la atención y el cabello con otro peinado, todo lo demás se veía exactamente igual. Era un tanto intrigante.

–Bueno, vine aquí esperando un drama, pero vamos a tener algo mucho más interesante que esto. Quiero que me expliques por qué tienes un especie de clon de Jongin aquí.

–¡Sí soy un clon!– aseguró Kai emocionado, pensando que iba a ser mucho más fácil explicar todo con esa premisa, pero no comprendía que Baek no estaba hablando literalmente.

–¿Disculpa?– el rostro del chico fue un tanto despectiva y Kai frunció el ceño, sintiéndose ofendido.

–Baek, escucha. Esto va a sonar muy extraño, pero es lo que he logrado comprender hasta ahora. ¿Recuerdas que te conté que me encontré con un Jongin extraño de cabello verde cerca de mi casa?

–Como olvidarlo– respondió mirando a Kai.

–Pues bien. Primero, pensé que me seguía, pero luego supuse que podía ser una coincidencia. Después, pensé que Jongin tenía una doble vida, que le gustaran las cosas extrañas o que lo escondiera de nosotros.

–Hablamos sobre eso– comentó Baekhyun.

–El Jongin y de la oficina y el que yo frecuentaba se parecían cada vez menos. Estaba muy confundido. Llegué a pensar que tal vez sufría algún trastorno grave, como una doble personalidad o algo parecido. Aún así, quería ayudarlo y podría soportar algo así.

–Vaya que te conquistó– bromeó el invitado, cruzando los brazos.

–Pero, resulta que eran dos personas distintas. Jongin y Kai no eran dos personalidades en un mismo cuerpo. Eran dos cuerpos, dos personalidades. El problema es que yo siempre asumí que eran el mismo. Sólo ahora pienso que el verdadero Jongin debió estar tan confundido...

–No tanto como yo ahora mismo– comentó el mayor de los tres. –Bien, déjame entender. Un tipo exactamente igual a Jongin se acerca a ti, pero tiene el pelo verde y los ojos celestes, te hace creer que es tu compañero de trabajo, pero resulta ser alguien que se ve igual. ¿Eres su hermano gemelo o algo?

–¡Soy un clon!– insistió Kai.

–Sí, sí. Muy gracioso. Ya no tiene el cabello verde.

–Me lo teñí para parecerme más a Jongin– admitió el menor de los tres.

–¿De dónde demonio los sacaste? ¿De una maldita feria de fenómenos? Puedo ver desde aquí que esos no son lentes de contacto. No se ven así. Esos ojos son naturales y quiero explicaciones– exigió Baekhyun.

–Su historia es muy extraña y no sé cómo tomármelo, pero al mismo tiempo es idéntico a Jongin, no puedo no creer en eso– el dueño de casa estaba un poco ansioso, porque había creado en su mente toda una serie de explicaciones y en ese momento se le habían acabado las palabras. –No puedo hacer esto solo.

–Te creo. Bien, tendré que oír la versión del clon– Baek se acercó y le pidió a Kai que se ponga de pie, luego puso una mano en su espalda y lo guió hasta otra parte del departamento donde los tres pudieran sentarse.

En ese mismo instante Kai, con el contacto, se pudo dar cuenta de algo que lo dejó completamente sorprendido: era una leyenda. Conocía a tres leyendas hasta ese momento: Jongin, Kyungsoo y Baekhyun. ¿Se estaban reuniendo sin darse cuenta? ¿Era ese parte del proceso? La impresión lo dejó sin palabras y el chico empezó a impacientarse.

–Te estoy hablando– le reclamó el mayor de todos fastidiado.

–Impresionante.

–Sí, lo soy. Ahora responde. Estoy intentando ayudar a Kyungsoo porque hay un tipo raro que se parece al chico que le gusta. Eres el tipo raro, explícate.

–¿Pasa algo?– le preguntó Kyungsoo al ver su reacción.

–Él es como tú– respondió el muchacho y el dueño de casa pudo entender.

¿Se refería a esas personas que habían sido clonadas? ¿Uno de esos seres especiales? ¿Baek también lo era? Si eso era cierto, en parte no había tomado una mala decisión en contarle lo que estaba pasando. Sin saberlo, también estaba involucrado.

–Mira, Kai– empezó Baekhyun. –No sé quién eres y qué quieres, pero esta situación es muy delicada para todos. Es ilegal suplantar una identidad y no pareces ser una persona precisamente normal. Si me explicas las cosas, intentaré ayudarte, ¿está bien? De otra forma, te llevaré a la policía. Tal vez ellos sepan qué hacer contigo.

Kai asintió la cabeza y respiró hondo. Tendría que dar muchas explicaciones y responder muchas preguntas, pero estaba entre dos leyendas, en el peor de los casos despertarían y serían capaces de sobrevivir. Además, estaba seguro de que Baekhyun protegería a Kyungsoo y eso le traía paz.

Así, empezó su historia. Les contó que había doce personas importantes que tenían algo muy especial. Esas características habían llamado la atención de un grupo de personas que podrían considerarse como malas. Ellas querían duplicar a los doce para poder reproducir su fuerza e intentar someterlos. Sólo ellos mismos podían estar a su nivel para luchar. Habían logrado atrapar y copiar a varios, pero escaparon. Al final, sólo quedaban tres. Dos de ellos ya habían sido atrapados y clonados. Quedaba uno, Kyungsoo. Lo usaron para ganar su confianza y así llevarlo. Pero en el proceso, se acostumbró a su cuerpo humano y se apropió de las debilidades humanas, como enamorarse. Y, si bien era su misión llevarse a Kyungsoo, ahora lo único que deseaba era protegerlo.

–Es como un dorama muy cursi, pero me encanta– sollozó Baekhyun. –¿En serio estás enamorado de Kyungsoo?

Kai bajó la cabeza y no se atrevió a responder, pero miró al muchacho con tanta adoración, que no necesitó decir nada para confirmarlo. Resultaba tan adorable, que el mayor de los tres tuvo el instinto de querer ayudarlo, pero luego regresó a la realidad.

–Dame un momento. Por muy interesante que resulte y muy convincente que seas, ¿en serio piensan que voy a ser parte de esta payasada? Como historia de amor está muy lindo, pero no puedo creer esto sin pruebas.

Kyungsoo aceptó estas palabras. Él había exigido exactamente lo mismo cuando se enteró, así que comprendía. Se volteó donde Kai y se sentó a su lado, tomó su mano y habló con suavidad.

–Baekhyun nació en Bucheon, en Gyeonggi. ¿Deberían visitar ese lugar para que te crea?–informó el dueño de casa.

–Es una buena idea. Pero creo que necesitaré un poco de energía para eso– pidió Kai.

–¿Quieres que te prepare algo?

–¿Qué está pasando aquí?

Kai se acercó y besó a Kyungsoo con suavidad. Ahí estaban todas las fuerzas que necesitaba. En medio del shock de verlos en una situación tan íntima y personal, Baekhyun no se dio cuenta que el muchacho de los ojos celestes se acercó y tomó su mano. Cuando logró abrir sus ojos nuevamente por la impresión, un helado viento lo despeinó. Estaba en un lugar altísimo, estaba atardeciendo. Le costó un poco darse cuenta y reconocer el paisaje. Pudo ver las calles y los edificios. Era su ciudad natal. Estaba en la torre de Kumho, en Bucheon. Luego apareció en la calle principal, donde autos pasaban cerca de los anuncios que iluminaban las calles, porque el cielo empezaba a oscurecer. Finalmente aparecieron en el barrio tradicional. Cuando quiso dar un paso, regresaron al departamento de Kyungsoo.

–¿Cómo les fue?– preguntó con curiosidad mientras Kai se tocaba el estómago.

–Creo que ahora sí tengo hambre. Fue un viaje corto, pero muy difícil.

–Baek, ¿estás bien?– quiso saber Kyungsoo. –¿Baek? ¡BAEK!

Red (Kaisoo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora