22. Obsesión

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Jongin no podía creer que había amanecido en el departamento de Kyungsoo. ¿Cómo había llegado? ¿Qué había pasado? Preguntas que nunca obtendrán respuestas. El cuarto estaba todavía cerrado, debía ser muy temprano en la mañana, estaba amaneciendo. Su primer instinto fue huir, pero en medio de su búsqueda de ropa (que para variar había dejado abandonada durante la noche y estaba apenas cubierto) se dio cuenta que era absurdo irse.

Revisó su teléfono y había llamado a su compañero muchas veces, por lo tanto seguramente había logrado comunicarse con él y entrar en la casa con permiso del dueño. Por lo tanto, irse sin avisar sólo empeoraba las cosas. Era suficiente el haber llegado borracho a su casa, para encima desaparecer sin decir ni gracias. Pensó en comprar algo para desayuno, pero no conocía los gustos del dueño de casa y no quería arriesgarse a algo más vergonzoso aún.

Intentó recordar lo que pasó. Era obvio que había bebido mucho. Logró recordar el viaje con el conductor designado. También golpear la puerta con insistencia. ¡Qué horror! También recuerda conversar con el chico y ver un espejo extraño en medio de la sala que lo veía con odio. Eso seguro había sido un sueño. Kyungsoo intentó hacerle café. Se acercó un poco a la cocina y ahí estaba la olla. Entonces recordaba más o menos bien.

¿Qué demonios le pasaba? ¿Esa era su forma de demostrar interés? Meterse en su casa a la fuerza, hacer un escándalo borracho y dormir en un sofá ajeno para despertar sin saber qué había pasado. Eso no era algo que haría normalmente, ¿por qué actuaba de esa manera? Kyungsoo seguramente pensaba que era un bobo, infantil y ridículo sujeto que no merecía la pena. Desde siempre, Kyungsoo jamás lo vio con buenos ojos, ¿qué podía cambiar ahora? Tal vez tenía demasiadas esperanzas en algo sin futuro. Pero no podía evitarlo, estaba tan tontamente ilusionado.

–Jongin...– le llamó el muchacho al verlo sentado en la sala, sin mucha ropa. –¿Te sientes bien?

–Sí, gracias– el intruso alzó la mirada y se encontró con Kyungsoo así que dio un pequeño grito por el susto.

Kyungsoo fue a su habitación y cerró la puerta, Jongin se dio cuenta que estaba desnudo. ¡Debió empezar por ahí! Se puso un poco de ropa e intentó lavarse un poco, pero se dio cuenta que el baño estaba seguramente en el cuarto principal. Esperó con paciencia, afortunadamente no tardó mucho en salir.

***

–Gritó porque me vio a mí, no a ti. No puedes salir, si te ve tendremos que dar demasiadas explicaciones– le retó Kyungsoo a Kai. –Ni se te ocurra.

–Está desnudo en tu casa, ¿qué esperas que haga?

–Esconderte, eso espero que hagas– respondió el chico.

–¿Eso harías tú, Kyungsoo?

–¿A qué te refieres?

–Si un tipo llegara a la casa de tu novio completamente ebrio, durmiera en la sala, y lo encontraras semidesnudo al siguiente día, tan cerca, ¿estuvieras feliz? ¡No! Quisieras sacarlo a patadas.

–¿Novio?– el dueño de casa se puso colorado. Kai lo consideraba su novio, su pareja, una persona importante en su vida.

–Por favor, deja que se vaya. No voy a aparecer... pero de alguna manera sácalo de aquí.

–Kai, escúchame. Sé que lo de Jongin es confuso, pero en parte eres responsable de esto. Voy a hablar con él, no salgas.

Kyungsoo se acercó y besó sus labios, Luego lo empujó para que cayera en la cama. Sonrió y prometió regresar enseguida. Como hacia un poco de frío, Kai se volvió a tapar con las mantas y se acurrucó con el ceño fruncido. Hasta mientras, el mayor de los tres salió de la habitación para encontrase a Jongin ya vestido.

Red (Kaisoo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora