Todo había quedado como una broma, o al menos eso pensaban todos.
Yoongi había dicho que habíamos probado sustancias juntos y que por ello había reaccionado así. Y lo cierto es que se lo creyeron, y pasaron pronto del tema. Inclusive a muchos de los alumnos les pareció algo tan normal que solo me llamaron "novato".
Desde ahí habían empezado a incluirme en salidas e invitaciones, aunque casi no aceptaba a menos que Yoongi insistiera.
-¿Qué pasa?
-Mi jodido padre. Debo irme...¿te quedarás a ensayar?
Asentí.
Me dio un beso en la mejilla y acarició mi pierna.
-Avísame cuando llegues ¿vale?-Sonrió y yo asentí.
Desde la anterior semana, debido a lo ocurrido , estaba especialmente comprometido en cuidarme y se había vuelto un poco más afectivo.
No podía evitar sentirme atraído a como me trataba.
-Llega bien a casa Yoongi.-Dije y el asintió.
Después de unas horas iba saliendo de la facultad cuando vi entrar a unas chicas a la sala de conferencias. Por curiosidad vi el cartel que habían estado leyéndolos .
Era el artista al que habíamos ido a ver Taehyung y yo en aquella exposición. Así que entré enseguida.
Vi la espalda de Jimin, sentado cabizbajo mientras anotaba. Después de lo ocurrido no lo había visto de nuevo ya que casi no salía de las aulas de estudio.
-Puedes sentarte...no me molesta.-Dijo en voz baja, y es que estar en sitios oscuros como cines o teatros me ponía muy nervioso.
-Debería irme.-Susurré y el asintió.
-Quédate, me marcho yo.
Lo vi levantarse así que negué enseguida y me marché de ahí.
Luego, de camino al bus, lo vi en la calle contraria llorando mientras abrazaba su cuaderno. Una chica se acercó y tomó su cara, no pude ver más porque mi bus llegó y me subí.
¿Por qué no siento nada?
¿Por qué parece que solo hay apatía en mí?
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Eres Extraño Jungkook | Kookmin Kookgi (Edición 2023)
FanfictionA menudo se cuenta la historia de como el chico malo es quién termina con todo a su alrededor. Usualmente se narra como la víctima es la persona cálida, la que aparece como pura y cauta. Que se cree capaz de poder salvar el alma de ese pobre condena...