4.Silencio

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Desperté corriendo para ver a Jimin, ni siquiera me pasé el peine por el cabello cuando ya estaba esperando en su puerta.

Jimin era un chico puntual, así que salió de inmediato.

-Buenos días Jimin.-Dije y esperaba que me entregará la manzana como todos los días. Que dijera su frase acerca de los beneficios de la fruta y me besara.

Debió notar que yo lo miraba esperando una acción y se rascó la nuca.

-Lo siento, lo olvidé. No quedaban manzanas y no pude salir a comprar.

Su tic tocándose la oreja apareció y evitó mi mirada.

-No te preocupes.-Dije llamando al ascensor sin ninguna molestia, queriendo acercarme a tomar su mano, pero él se negó, señalando la puerta de su casa a nuestras espaldas.

Cuando entramos al ascensor miré a su cara, sus ojos estaban algo opacos, pero no conseguía saber que le pasaba, al menos no hasta que vi su labio cubierto por una fina capa de maquillaje, una base que era casi del color de su piel. Pero que se notaba pues la había colocado sobre sus rosados labios.

Puse mi pulgar en mi boca para después ponerlo en la zona y retirar el exceso y vi una herida.

Y acto seguido, el nerviosismo de Jimin.

-Me hice daño, no te preocupes. No es nada.-Dijo solito mientras tiraba de mi mano para salir del ascensor.

-Ha sido tu padre. -Sentencié lo obvio.

-Deja de decir tonterías, anda. ¡Corramos o perderemos el autobús!

Estaba molesto, ambos lo estábamos. Pero Jimin siempre trataba de que nos mantuviéramos calmados.

-He traído todo lo necesario en mi mochila para este fin de semana.

-¿Fin de semana?

-Sí. Quiero pasarlo contigo, papá y mamá van a estar todo el rato en casa, y ya sabes como terminara la cosa. No quiero escucharlos. Así que si mi bonito novio quiere, podemos pasar juntos.

-Acepto. ¿Y que te has traído?

-Mis libros, un cuaderno, lubricante, mi pijama y el peluche que me regalaste.

-¿El pollito?

-El pollito. No iba a dejar a mi pobre hijo ahí tirado en esa casa del mal y la perversión.

Nuestro pollito~

Asentí.

-No te noto muy feliz.

-No me gusta que te hagas daño.-Dije aún si era obvio que el corte en su labio era por su padre.

-Fue sin querer.

Al bajar del autobús, Jimin caminó sin acomodarse la mochila, pisando dos veces las lineas del suelo con la punta derecha, para luego bufar solo y maldecir.

Todo, absolutamente todo lo que le pone irascible.

Va a ser un mal día.

Vas a tener que esforzarte hoy Jungkook~

Tomé su mano y me miró disgustado.

-Tengo examen Jungkook, nos vemos luego.-Agitó su mano con una obvia sonrisa falsa.

Nos sigue mintiendo>.

Caminé con desagrado hasta el aula. Ni siquiera tenía ganas de estar ahí si mi cabeza estaba con Jimin.

-Hola Jungkook. ¿Podría acompañarte? No se donde queda el aula G-2.

No respondí pero él me siguió.

Eres Extraño Jungkook | Kookmin Kookgi (Edición 2023)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora