Eres Extraño Jungkook | Kookmin Kookgi (Edición 2023)

26.Síntoma

Durante el desayuno no me atreví a mirarlo. Era Viernes y habían actividades en la universidad por lo que la suspensión de las clases era obvia. Quería abordar el tema, preguntarle acerca de lo que había sucedido la noche anterior, pero ¿y si todo había sido parte de mi imaginación?

¿En qué lugar me iba a dejar eso?

Solo de pensar tenía molestia en el estómago. Jimin me había dicho que hace tiempo que las alucinaciones eran parte de estrés, que solía pasar si el cuerpo y la mente se encontraban cansados. Pero yo ayer no lo estaba, estoy seguro. La otra razón que él me había dicho era por trastornos mentales severos...''Puede ser un síntoma'' eso había dicho mientras estudiaba.

Ahora que las cosas estaban bien no podía salir con estas cosas, ahora que ya podría dejar de ir al psicólogo seguido, no podía recaer.

¿Pero cómo saberlo?

Yoongi actuaba normal.

-Anda mira, ahí esta Jimin.-Dijo Yoongi cuando llegamos al grupo, Jimin se había quedado la noche anterior en casa de Seokjin.

Enseguida vino y me abrazó.

-Koo, ni siquiera te has lavado la cara.-Dijo quitando una lagaña de mi ojo y sonriendo.-¿Qué tal descansaste? Te ves desvelado...

-Lo estoy, no he dormido bien.-Dije sabiendo que Yoongi estaba cerca y podía escucharme. Clavé mis ojos en él en busca de alguna señal delatora, algo que pudiera librarme de la culpa.

-Pobrecito.-Dijo Jimin abrazándome.-Podemos escabullirnos a tu casa y dormir juntos en tu cama.-susurró.

Pero solo saber que estaba esa posibilidad de regresar al lugar del crimen me daban nauseas y negué enseguida.

Fuimos a las actividades aunque yo terminé en un banco, sentado y apartado del resto de alumnos, viendo como Jimin socializaba y reía mientras nuevamente me sentía fuera de lugar.

No había sitio para mí entre tanto ruido por lo que terminé en la sala de instrumentos y tome la guitarra acústica.

-¿Jungkook?

Taehyung entró y se sentó en una de las sillas.

-Hola, ¿no estas en las actividades?

-Estaba, pero te vi venir solo. ¿Estas bien? te notas un poco mal.

-No he dormido bien...Taehyung ¿como puedo saber que algo es real sin preguntarlo? Quiero decir, es que...agh, olvídalo.

-No Jungkook, dime.

-Nada...olvídalo.

Nos quedamos por varios minutos en silencio.

-Los chicos van a ir de fiesta, Yoongi los ha convencido a todos para ir a su casa, aparentemente su familia no estará. Y nos ha invitado a todos. Pero tu amigo, Changkyun ha dicho mejor de ir al local de uno de sus amigos, a echarnos un billar y beber. Esta a las afueras de Seúl.

-Imagino que Jimin querrá ir. Le gusta la fiesta.

-¿Irás?-Preguntó Taehyung.

-No.

Salimos juntos de aquella aula y nos reunimos con el resto cuando vi como Yoongi entrecerraba los ojos antes de acercarse a mí.

-A ti te estaba buscando Jungkook. ¿Vienes con nosotros de fiesta?

-No.

-Uy, que tonito. -Dijo el pálido.-Bien, cuidaremos bien de Jimin.

-Jimin ¿irá?

-Sí, iré Koo. ¿Te nos unes? Los chicos me han convencido...y podré demostrar lo que me has enseñado en billar.

Tomé su mano y lo atraje hasta mí.

-¿No prefieres ir a casa? Podríamos hacer lo que tu quieras Jiminnie.-Dije buscando sus ojos y lo vi esbozar una sonrisa.

-Bebé...me apetece mucho ir. ¿No quieres venir con nosotros? Podríamos jugar a las cartas y ganarles. Sabes que somos un gran equipo...anda, vamos.

-No vayas por favor...ven conmigo...

Jimin suspiró negando.

-Esto es a lo que se refería cuando me dijo que eres propenso a tener dependencia emocional. Es que Jungkook ¿no te das cuenta? No pasamos ni un puto minuto solos. -Varios pares de ojos se posaron en nosotros.-Tienes que aprender a ver más allá de mí...joder...no puedo más.

Quité mi agarre de su mano y sentí un dolor agudo en las palmas, pero solo eran mis propias uñas enterrándose en mi piel.

Jimin no me gritaba de esa manera desde que éramos pequeños y yo le había pegado porque él tenía amigos y yo no. Fue una discusión tonta, porque yo solo estaba celoso de que todos pudieran estar con Jimin como amigos , pero yo no, porque el mundo , ya en ese tiempo, me tomaba como un raro.

Él me gritó para decirme cosas buenas de mí.

Pero esta vez era distinto.

-Tienes razón. Me voy.-Dije y me marché del sitio.