A menudo se cuenta la historia de como el chico malo es quién termina con todo a su alrededor. Usualmente se narra como la víctima es la persona cálida, la que aparece como pura y cauta. Que se cree capaz de poder salvar el alma de ese pobre condena...
[Precaución a la lectura por temas sensibles a lo largo del capítulo] ----
Dependencia emocional.
Había dicho eso, y parece que era cierto o al menos fue lo que su madre y mi tia me dijeron cuando me vieron llegar llorando.
Ambas se preocuparon, pero luego de que les contara lo que Jimin me había dicho me consolaron, aunque eso solo me hizo sentir peor.
Ni siquiera me atreví a entrar a mi habitación y me quedé dormido toda la tarde en el sofá después de haber visto un anime sin mucho trasfondo.
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Eran las doce y ya me había acabado todos los dulces de las despensa. Incluso me había puesto a ver una película de terror para ver si así me despertaba pero terminé por dormirme y tener pesadillas.
Vi mi movil esperando encontrar un mensaje de Jimin, pero no había nada.
Al día siguiente fui a su casa para dejar sopa de resaca cuando sus padres salieron. Pero no había nadie en su casa. Ni rastros de que el hubiera regresado.
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Nos tiene secretos, no confía en nosotros~
Mi teléfono sonó y era Yoongi.
-Estoy abajo de tu casa, baja.
Lo hice con pocas ganas y lo vi mirarme con su rostro neutro.
