Eres Extraño Jungkook | Kookmin Kookgi (Edición 2023)

PRÓLOGO

Antes de empezar debo advertir que todo es ficción y cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia. ¡Empecemos!

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Son pocas las veces que se cuenta la historia del villano, pocas son las personas que realmente le ponen interés a esa cara de la historia. Todos, prefieren hacer oídos sordos y señalar.

Esta vez, explicaré mi versión de los hechos.

Pero, para ello, tendré que contextualizar. Así que bienvenidos, esta es mi historia. Esta es la historia del EXTRAÑO DE JUNGKOOK.

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⚠️(Precaución en la lectura. Temas delicados) ⚠️

No se exactamente cuando empezó mi mala suerte...si cuando conocí a mi vecino, Park Jimin, o cuando nací. La verdad es que fui un desliz, un jodido desliz de una noche alocada. Mis padres se encontraron en un bar, ambos con el corazón hecho pedazos por sus respectivas parejas. Esa noche y las que siguieron, se acostaron tantas veces que fue muy obvio que la sorpresa -o susto- llegaría. Más, si no lo hicieron ninguna vez con protección.

Como sea, así me engendraron. Y desde ese momento, no me quisieron. Siempre alegaron que era un niño raro.

Y al crecer m, fue mi tía quién se apiadó de mí y me acogió en su casa, mi madre...ella me quiso vender en un barrio bajo. Mi padre, el casi no estaba nunca en casa, intentando engendrar hijos en cada sitio al que iba de viaje.

Así que yo, crecí con mi tia a partir de los cuatro años. Y solo un año después conocí a Jimin, el vecino y mi único amigo.

Era un chico un año más grande, pero con la misma mala suerte en cuanto a familia. Su padre era un pervertido con todas las mujeres, y su madre ...un tanto de lo mismo. Vivían en una relación abierta, así que Jimin creció viendo el sexo en directo, a una edad para nada apropiada, claro que ni él, ni yo lo sabíamos en ese entonces. Ni siquiera sospechábamos que eso no debía ser algo que debiéramos ver a la edad de cinco y seis años.

Por ello, cuando me dijo que quería saber besar, lo hizo conmigo. Y supongo que ahí también inició mi curiosidad.

Ni siquiera sabíamos lo que hacíamos, por muy bien que se sintiera, solo era mera imitación, porque jugábamos a ser mayores.

Hubo noches en las que me invitaba a dormir a su casa para ver películas de Disney, pero terminábamos escuchando los ruidos eróticos de la habitación de sus padres y lastimosamente ambos queríamos imitarlos. No lo hicimos, no pasamos más allá de rozarnos con las mantas, por separado, y sentirnos avergonzados el resto de la noche por ello.

Pero ya no podíamos ver la vida de la misma forma inocente que el resto de niños. Todo, para nosotros empezaba a tener otros sentidos.

Cuando cumplí diez años, Jimin ya tenía once y era un salido de mierda. Me explicó muchas cosas que sus amigos de otros cursos le habían dicho, cosas que el insinuó probar conmigo porque le daba vergüenza intentarlo con cualquiera. Y lo hice una vez, después a ambos nos la jugó la conciencia.

¿Por qué se sentía bien si estaba mal? ¿Por qué lo estaba, no?

A los quince, tuve mi primera experiencia sexual, y sí...fue con Jimin, ambos habíamos robado licor en la casa de sus padres, y al no haber probado nunca antes el alcohol terminamos en la cama. Ahí, en ese tiempo, supe que me gustaba Jimin, los chicos no...ni las chicas...solo él. Y a él le pasó lo mismo.

Nunca tuvimos grandes peleas, y la verdad es que tóxicos tampoco éramos. Sin embargo, es cierto que él era muy sociable y yo el rarito. La gente se metía conmigo y mi forma de ser cuando él no estaba delante.

Pero yo no los entendía.

¿Por qué me pegaban si solo era un niño callado?

En ese tiempo empecé a rechazar mi adolescencia, ya no quería seguir creciendo, ya no quería ver como el mundo se burlaba de mí, así que me obligaba a cerrarme cada vez más en mi mismo. Y termine teniendo conductas infantiles a lo que era mi edad, como si así fuera a volver a tener la inocencia que me habían quitado. Algo que había preocupado a mi tía. Irónico, que solo eso le hubiera preocupado.

También por ese tiempo fue la primera vez que fui al psicólogo, y también la primera vez que un adulto se sobre paso conmigo.

Jimin, fue el único que notó que estaba cambiando, fue el único que se percato cuando yo dejé de hablar por una larga temporada. Nunca se quito de mi lado, me cuidaba, jugaba conmigo incluso cuando yo lo pegaba porque "tu eres guay, tienes amigos, y yo soy un asco" eso era lo que le decía. Pero él, con paciencia y cariño me aguantaba.

Creo que me ayudaba mucho porque fue en ese tiempo, cuando se enteró de que nosotros habíamos sufrido de cierta forma abuso por parte de sus padres. Y éramos víctimas de nuestras familias, yo por abandono...él por haberlos escuchado gimiendo todos esos años, por ver conductas explícitas a una edad tan temprana.

Recuerdo burlarme, porque para mi eso no tenía lógica, pero Jimin me dio un golpe en la nuca para que recapacitara. Así, nos enteramos de que fuimos abusados, o al menos, nuestra inocencia de niños murió de esa manera.

Aquello hizo que nos detuviéramos, que le tuviéramos tirria al sexo, al contacto íntimo.

Pero la venda ya estaba quitada, y ya no se podía fingir que no se sabía. Por lo que a los 18, mis 18, tuvimos relaciones y así empezamos a salir juntos.

Incluso estudiábamos en la misma universidad pero en distintas carreras y puedo decir, que yo estaba enamorado de él, y él de mí. Aunque una parte interna, profunda de mi ser no supiera reconocer los sentimientos de los demás.

A veces me era imposible saber lo que pasaba alrededor, pero recordar a Jimin entre las piernas de Jung Hoseok, hizo que dejará de ignorar aquellas voces.

Por lo pronto, solo diré que el día en que comencé con todo, fue el día que conocí a Min Yoongi. Justo un mes antes de que Jimin me hubiera engañado.