Cavendish (Diakko♥) Mini Historia

3🐺

══════●◆●══════

SEGUNDO INTENTO

══════●◆●══════

Narradora Pov

Construir una casa de madera... era más difícil de lo que pensó. Las instrucciones que tenía consigo en el libro, no ayudaban de mucho. Su madre le había obsequiado, antes de fallecer, un libro que contenía: en una parte la historia de los Cavendish y en la otra un manual de supervivencia no muy especificado.

La hoja mostraba el dibujo de un hogar mediano con medidas exactas en el costado derecho, pero... ella no poseía una regla de madera, ni sabía que material utilizar para que se sostuviera todo lo que iría colocando. Además, necesitaba de un hacha para cortar los árboles y conseguir dicho material.

Todo parecía complicado desde su punto de vista, sin embargo, encontraría la manera de hacer su nuevo hogar. El tamaño en el dibujo le gustaba, pero deseaba cambiar un poco el diseño acoplándose a sus gustos. Ella miró el suelo que había escogido, situado debajo de la bajada gigantesca con césped y pocas flores, y lo examinó con sus hermosos ojos azules.

«¿Por dónde comienzo?», se preguntó. «Necesito madera, una cuchilla afilada de piedra y un hacha, pero... para crear el hacha necesito madera». Ella hizo una mueca. «El mango debe ser de madera o hueso». Suspiró profundamente. «Supongo que tendré que comenzar por la cuchilla y derribar los árboles». Lo último, no le parecía una buena idea.

Su fuerza no era mucha comparada a los Cavendish adolescentes. Aun le faltaba desarrollarse un poco más.

Pensó nuevamente en los materiales y lo que necesitaría para juntar la roca afilada del hacha con el mango. Al igual que con la cuchilla. Diana pensaba en crear no sólo esas dos cosas, sino también algunas lanzas, arco y flechas para cazar con más facilidad. Ahora que tenía un sitio seguro donde quedarse, podía pensar en aquellas cosas, y eso la hacía sentir feliz y emocionada.

Ella consideraba que dar un pequeño paso al comenzar una idea, era importante y significativo. Poco a poco construiría y haría las demás cosas, e incluyendo hojas para hacer un mejor mapa y planos que le ayudarían a guiarse mejor.

La mañana pasó rápido y lo único que había logrado hacer, era empujar el tronco gigantesco a la parte inferior de la entrada del enorme agujero con un sitio bastante bonito.

Estaba cansada y tenía sed y hambre. Deseaba alimentarse en ese momento, pero debía hacer la cuchilla para cortar la madera.

Hacía un poco de calor y el sol no tardaría en ponerse más fuerte. Miró hacía arriba y entrecerró sus ojos. «Esto me tardará mucho». Ella no deseaba utilizar los árboles que se encontraban en aquel lugar, puesto que, le entregaban un aire fresco y mucha sombra, aparte de que servían para decoración. Suspiró y se acercó al lago para cazar algunos peces.

Una vez que terminó, bebió un poco de agua y se zambulló desnuda en el lago. Limpió su cuerpo y sonrió ligeramente por el alivió sentido. Cuando acabó, volvió a ponerse su única vestimenta y continuó con lo dejado anteriormente. Agarró dos rocas y empezó a chocarlas con fuerza y precisión.

Pasaron las horas y el atardecer captó su atención. Ella miró como había hecho tres afiladas cuchillas y la cabeza del hacha. Lo que seguía era cortar la madera y hacer el mango de cada uno, sin embargo, en unos minutos era posible que la cachorra se encontrara de nuevo en aquel sitio; y no deseaba faltar.

Dejó las cosas que hizo y el libro escondido en un arbusto, para luego, prepararse adecuadamente y pensar en lo que le diría esta vez. Diana sabía que tenía que conquistarla primero si quería que cumpliera su propósito, no obstante, consideraba que no se le daba bien hacer o decir cosas románticas. En los años que vivió junto a su madre, la mayoría del tiempo se la pasaba aislada a ese tema, pero, al menos conocía un poco de cómo funcionaba.