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Por favor no me hagas esto - quite la mano de el - no quiero, entiendeme por favor

- me miró de arriba hacia abajo - lo único que se es que tu vas a hacer todo lo que diga ¿si?

No tengo porqué hacerlo - levantó la mano haciendo ceña de qué me iba a golpear en la cara, rapidamente me cubri con las manos el rostro -

Si no quieres que te deje un ojo morado harás lo que diga - bajo la mano, poco a poco quite mis manos de la cara - camina - se dirigió a la puerta, me quede quieta aún sintiendo miedo - que esperas - no dije nada sólo me sentía temblorosa - no vas a obedecer - se acercó rápido a mi y me tomo de las muñecas muy fuerte -

Para me estas lastimado - me quejaba mucho del dolor, no dijo nada o dejo de apretar mis manos, empezo a jalarme hacia afuera -

Camina rápido - Dijo mientras me jalaba de las manos hacia mi habitación, entramos y me soltó de un empujon -

Que te pasa - dije mientras tocaba mis muñecas que estaban rojas y muy marcadas -

Escucha bien lo que te voy a decir porque no te lo repetiré - me miró serio - quieras o no vas a aceptar, está es la dura realidad, el mundo no es color de rosa como crees, bajate de esra nube - salió de la habitación -

No sabía si reír o llorar, por parte no me importaba, pero por la otra me sentía una inútil por no poder oponerme

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Tenía los ojos en la luz de la luna que entraba por un pequeño orificio de la ventana cubrida por las cortinas, estába recostada de la lado mientras tenía la mente en blanco buscando algo con que distraerme.

Empecé a recordar mis mementos bonitos como horribles en el colegio. Fue divertida esa etapa de mi vida.

Estaba quedandome poco a poco dormida, sentí como un sonido desde afuera de la habitación, obviamente no le mostré importancia y intenté dormir.

Cerré los ojos lentamente, de un momento para otro sentí que me acariciaban el cabello, me asustó un poco, abrí los ojos de golpe pero no me moví y no dije nada.

Se escuchaba un tarareo muy bajo, después de unos pocos minutos paro, solo rogaba por qué fuera un sueño y no estuviera pasando esto.

Se que estás despierta - dijo Aídan aún acariciando mi cabello, no dije nada - ¿por que no dices nada?

Te puedes ir y dejarme tranquila- dije sin moverme-

Ya reflexionaste de lo de antes - dijo ignorando lo dicho y acercándose a mi oido -

Honestamente, ya no me importa lo que pase - dije totalmente segura de mis palabras - de todas maneras, mi vida ya es una mierda ¿no?

Enserio no te importa nada - pregunto demasiado cerca de mi oido -

—Te puedes largar de una maldita vez

Como sea - dejo mi cabello, se levantó y se fue -

Maldito enfermo - voltee los ojos - está realmente loco este estúpido - me volví a acomodar, cerré nuevamente los ojos, me relaje y me dormi -

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Me desperte demasiado rápido. La luz del sol me estaba dando en la puta cara, me estire un poco y caminé hasta el baño, me lave muy bien el rostro y luego me duché, se sentía algo fría esa agua pero después de una maldita media hora no me quería salir.

Me puse una camisa morada y un pantalón blanco, si creo que no sería una gran opción pero combinaba con la camisa, le puse unos zapatos negros. Me desenerede el cabello

ɴᴀʀᴄᴏᴛʀᴀғɪᴄᴀɴᴛᴇ¹ | ᴬⁱᵈᵃⁿ ᴳᵃˡˡᵃᵍʰᵉʳ |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora