𝗠𝘆 𝗔𝗻𝗴𝗲𝗹 (𝗘𝗻 𝗲𝗱𝗶𝗰𝗶𝗼́𝗻) || 𝐏𝐀𝐘𝐓𝐎𝐍 𝐌𝐎𝐎𝐑𝐌𝐄𝐈𝐄𝐑

22

—Liv, despierta.

De golpe me levanté de mi lugar, pero Jaden me tomo de mi brazo para sentarme. Estaba sobresaltada, no había dormido en semanas y debajo de mis ojos no había ojeras, era peor

—Tranquila, pareces un zombie saliendo de The Walking Dead, asustaras a todos. — Lo miré seriamente y lo golpeé.

—No te burles. Estoy cansanda. — Apoyé mi brazo sobre la mesa.

—Te traeré algo de agua. — Él se levantó y fue a mi cocina. Al rato volvió con un vaso de agua medio lleno. —¿Qué sucede?.

Jaden siempre fue muy bueno para escuchar a todos, en el comienzo, cuando Payton recién se había enfermado, él me dejaba hablar y desahogarme por el estrés de todo lo que me pasaba.

—Este mes no pare un segundo para descansar, estuve cuidando a Payton, estudiando para mis exámenes, cuidando mi casa y a mí abuela, trato de estar siempre con una sonrisa para no deprimir a Payton y no pude estar un momento sentada hasta ahora. — Cerrando mis ojos, suspiré cansada.

—¿Un abrazo? Yo sé que lo quieres y lo nesecitas.

Extendio sus brazos hacia mí con una sonrisa, no dude en aceptar, de verdad necesitaba un abrazo cálido.

—¿Estás más tranquila?. — Asentí sonriendo —¿Sabés que es mañana?.

Negué. No estoy al tanto de los días.

—¿No lo recuerdas?. — Negué otra vez —Olivia, es tu cumpleaños.

—¿Qué?.

Mire mi celular. Primero de octubre, mi cumpleaños es mañana. ¿Cómo pude olvidarlo? Oh claro, el estrés.

(...)

2 de octubre

—Olivia. — Me di vuelta, quiero seguir durmiendo antes de volver a la escuela. —Liv, despierta.

—¿Qué quieres?. — Gruñí. No es bueno despertarme.

—Felíz cumpleaños. — Susurró en mi oído para luego besar mi hombro.

Abrí mis ojos de golpe y levante mi cabeza para ver por la ventana. El sol alumbraba toda la habitación de Payton, me giré para encontrarme con la sonrisa más sincera de Pay.

—Eres una dormilona. — Reí.

Me acomodé para abrazarlo. —Y tú eres un molesto, no puedes obligar a despertar a las personas en el día de su cumpleaños.

—Lo sé, pero quería verte a los ojos y decírtelo. — Me dio un beso algo largo y dulce —Felíz cumpleaños ángel.

Me levanté para dame un baño rápido, Payton se cambió, le di su anestesia y bajamos al comedor para desayunar.

—¡Felíz cumpleaños Olivia!. — La señora Moormeier y Faith me abrazaron —¿Cómo despertaste?.

—Pues su hijo me despertó.

—Payton. — Lo regaño.

—Perdón, pero tenía que despertarse y disfrutar sus sorpresas. — Sonrió ampliamente y me tomo de la mano.

—¿Sorpresas?.

—¿Ya lo arruinó?. — Jaden entro a la casa, Faith le había abierto.

—Algo así. — Hice una mueca.

—¡Feliz cumpleaños Olivia Miller!. — Jaden me abrazó y besó mi cabeza —Ten, espero que sea tu primer regalo de cumpleaños.

—No, no lo es, — Dijo Payton —soy su regalo. — Rodé mis ojos, pero lo besé.

—Que cursis son. — Reímos ante lo que dijo mi amigo.

Fuimos a desayunar juntos, todos me preguntaban que era lo estaba por estudiar si es que entraba a la universidad, todavía no lo tenía muy al tanto, estoy más pendiente de Payton.

—Bien Miller, prepárate. — Jaden me hizo levantarme de mi lugar.

—¿Para qué?.

—Is time of the party. — Dijo levantando los brazos.

A los minutos de espera que Jaden me hizo esperar, llegaron Riley, Avani, Charlie, Chases, Jackson, mi mamá y la  abuela. Todos decoraron la casa de la señora Moormeier, ella aceptó que decoren la casa solo porque es mi cumpleaños. Me dieron varios regalos, lo cual agradecí y me encantaron

Vimos películas, jugamos videojuegos, abrí mis regalos y me cantaron a todo pulmón el felíz cumpleaños, fue todo un hermoso día para mí.

—No sé cómo agradecerles. — Dije al borde de lágrimas.

—No llores o llorare. — Avani me abrazó y besó mi cabeza —Te amamos mucho.

—Eso es cierto, te mereces mucho. — Jackson me abrazó, al igual que yo a él.

Luego de varios minutos juntos, todos ayudamos a ordenar la casa. Después se fueron todos a sus casas, mi madre y abuela se quedaron un rato para hablar con la señora Joanne.

Llegó la madrugada, donde Payton ya tendría que haber estado dormido. Ya se, parece que lo trato como un niño consentido, pero debe acostumbrarse a una rutina para estar bien y seguir adelante.

—¿Vamos a dormir o vamos a hacer otra cosa?. — Preguntó Payton mientras se acostaba en su cama.

—¿Qué pretendes? No haré nada turbio o alocado, además tienes que dormir. — Me tapé con las frazadas y me di vuelta a verlo.

—No será nada alocado. — Alcé una ceja —Tampoco será turbio, pero algo alocado si.

Negué. —Ya se que pretendes, y no.

—Vamos, será un rato. — Tomo mi mano para hacerme caricias en mi palma.

—No. — Dije seriamente.

Me di vuelta para poder dormir, solo que sentí que Payton paso su mano por mi cintura para acercarme a él.

—Te amo. — Entrelazó mi mano con la suya y besó mi cuello causando escalofríos en mí.

Me acurruqué más cerca de él, para luego dormir luego de un día agotador, pero hermoso.