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—Payton no está del todo bien, él está en un estado de riesgo.

Miraba al doctor con mucha seriedad, el decía palabras y palabras, pero lo que me quedo grabado es: Payton no está bien.
Joanne estaba muy preocupada, es obvio, su hijo no está en un estado seguro, la hermana de Payton lloraba como nunca y Jaden tenía su mano apoyada en mi hombro, al igual que Jackson, Jaden lo había traído.

—Tengas por seguro que estamos haciendo lo posible para que esté bien. Pero también tenemos que estar preparados para la malo

Sus palabras eran duras para mí. No podía creer que Payton estaba solo días de morir.

—Lo siento tanto. — Dijo el doctor para luego irse.

Joanne abrazo a su hija llorado y escuchaba a Jaden sollozar. Yo no estaba llorando, no largaba ninguna lágrima, solo me sentía triste y no sabía qué hacer.
No podía creer que él no estará más con nosotros, esto es ahora, está pasando junto ahora y creerlo es imposible

—Liv, ¿necesitas algo?. — Me preguntó Jackson. Es su rostro se notaba tristeza, así que solo lo abrace —¿Qué pasa Liv?.

—Solo se que necesitas un abrazo. — Hablé tratando de no soltar lágrimas.

Él paso sus manos por mi cintura y me abrazó como yo a él. Sentía su corazón latir rápidamente y sollozaba silenciosamente, besé su mejilla y sonrió separándose de mí.

Durante las tres horas siguientes, estuvimos esperando alguna noticia sobre Payton, pero el médico todavía no salía de sala de revisiones. Eso alteraba mis nervios y ponía nerviosos a todas las personas relacionadas con Payton.

—Moormeier. — Levantamos la mirada para encontrar al doctor. Señaló a Joanne —Venga por favor.

Ella se fue con doctor a un lugaras alejado de nosotros para hablar, Jackson tomo mi mano y me sonrió.

—Todo va estar bien. — Asentí no muy segura.

"Todo va a estar bien".

"No te preocupes por nada".

"Seguro estará bien".

He escuchado todo eso en toda mi vida, nada de eso me calma, nada de eso puede hacerme sentirme mejor. Todo empeora para mí.

¿Por qué sufrí tanto?.

¿Por qué Payton va a morir?.

¿Por qué no puedo morir yo y él disfrutar su vida?

Lágrimas caían sobre mis manos, escuchaba todos gritar mí nombre desesperadamente y yo seguía en mí mundo de sufrimiento. Traté de pararme y salir corriendo de este lugar.

No lo logré.

Caí al frío y duro suelo, lástimando mi cabeza, todavía mis lágrimas brotaban sin parar de mis ojos y mi vista cada vez se volvía más borrosa hasta llegar al punto de cerrar mis ojos lentamente, mi cuerpo se relajo, lo cual agradecí por toda la tensión. No toda la tensión de estos meses, sino la tensión de toda mi vida.

(...)

—Olivia, Olivia, ¿te sientes bien?.

No podía abrir mis ojos, una luz fuerte daba a mi cara, eso y además con el relajamiento de mi cuerpo era imposible hacerlo. Pude mover mis manos hasta mi boca, hasta llegar a mis ojos para que la luz no me de en la cara.

Levanté la cabeza y el médico que estaba parado hablando con alguien, se dio cuenta de que la luz me molestaba, entonces se acercó y la movió de lugar.

—Olivia, ¿te encuentras bien?, ¿sientes algún malestar?.

Mire mis manos y mi cuerpo completo, no sentía ningún dolor o alguna incomodidad. Mire al doctor y negué.

—Bien, te dejare con tu madre y vendré a verte en unos minutos a ver si estás bien, pero primero quédate aquí a descansar. — Anoto algo en su carpeta y salió de la habitación.

—Dios, Olivia. Joanne me dijo que te habías desmayado. — La veía muy preocupada, tenía derecho a estarlo.

—Lo siento, estaba muy preocupada por... Payton. — Recordé la razón por la que estaba aquí, mire a mi mamá muy asustada —Payton. T-tengo que ir a verlo.

Iba a bajar de la camilla, pero mi mamá me lo impidió.

—No hija, te vas a quedar aquí a descansar y luego de que el médico te que diga que puedes salir de esta sala, te dejare ir.

—Pero mamá, — La miré triste —Él está mal, quiero ir a verlo, si es así, por última vez.

Negó. Me dijo que estará bien, está en manos de médicos buenos y expertos en estos casos. Su mirada me daba tranquilad, pero no seré paciente hasta salir de esta habitación.

Durante aproximadamente una hora, el médico volvió a ver mi estado de salud. Según él, yo estaba bien y dijo que podía salir. Con la aprobación de mi mamá, salí disparatada hacia donde se encontraba la sala de Payton.

Nadie estaba fuera de esta, así que toque la puerta rápidamente y muy desesperada. A los segundos, la puerta se abrió mostrando a Jackson, otra vez vi sus ojos claros, pero rojos a causa de lágrimas.

—No, por favor. — Él negó y tomo mi mano para pasar.

Entré lentamente y Jackson cerró la puerta detrás mío. No soltó mi mano y me llevo hacia la camilla de Payton. Todas las personas más cercanas a él lo estaban rodeando, desde familia a amigos.

—Payton. — Traté de artícular palabras, pero estaba ahogada con mis lágrimas.

Algunos se hicieron paso para que pueda verlo... Y ahí lo ví.

Más pálido que la última vez, todavía tenía su gorro de lana y esa sonrisas volvió a fijar su vista en mí. Estiró su mano lentamente y la tomé.

—¿Es raro querer estar en la escuela?. — Reí entre lágrimas —Al menos para caminar y sentirme bien.

Sus palabras eran duran, él no quiere estar así.

—Te amo. — Susurré.

Su sonrisa se amplió al escucharme, apretó mi mano. — Yo más.

Hizo un esfuerzo para que me acercara y lo hice por él, para juntar nuestros labios en un profundo beso.

Siento que este será el último, el único y último mejor beso que podriamos habernos dado.

¿Lo extrañaré?, si.

¿Lloraré por él?, sip.

¿Lo seguiré amando?, por supuesto que sí.

Y lo haré por el resto de mi vida.

𝗠𝘆 𝗔𝗻𝗴𝗲𝗹 (𝗘𝗻 𝗲𝗱𝗶𝗰𝗶𝗼́𝗻) || 𝐏𝐀𝐘𝐓𝐎𝐍 𝐌𝐎𝐎𝐑𝐌𝐄𝐈𝐄𝐑Donde viven las historias. Descúbrelo ahora