Siempre hay una consecuencia [PAUSADA]

Llamada

Pepper

La noche anterior había sido muy complicada. No recordaba el momento en que me había ido a dormir, pero ahora que despertaba solo esperaba que todo fuera un mal sueño.

Me estiré en mi cama, era un fin de semana por lo que no había ningún prisa por levantarme. No obstante el ruido proveniente de la cocina me hizo juntar todas mis fuerzas, ponerme una bata y salir del cuarto.

Tan pronto salí el olor a comida me invadió.

— ¿Cómo vas con ese queso?— oí la voz de un hombre hablar.

— Ya casi— respondió Harley.

Cuando llegué a la sala vi cómo tanto Wade como Harley estaban preparando el desayuno. Harley solo se encargaba de desmenuzar queso. Me había olvidado completamente de mi invitado.

— Buenos días— saludé.

— Hola má— respondió Harley como si nada— ya casi terminamos el desayuno.

— ¿En serio?— contesté.

— Es lo mínimo que podía hacer. Fuiste muy amable al dejarme quedar— habló Wade, se veía muy centrado en lo que hacía en el sartén.

— ¿Qué preparan?— volví a preguntar.

— Chimichangas— respondió mi niño muy entusiasmado.

— Son mi especialidad. Espera para probarlas, son una delicia— dijo sonriente.

Siguió preparando mientras platicábamos de cosas triviales. Cuando Harley terminó con su tarea, se acercó a abrazarme. Le respondí el gesto y los dos nos quedamos así hasta que él desayuno estuvo preparado.

Nos sentamos en la barra y comenzamos a comer.

— Harley, ¿qué tal la escuela?¿hasta dónde estudiaste?¿cuándo piensas regresar?— preguntó Wade.

— Pepper me prometió que entraría cuando el ciclo volviera a iniciar— respondió emocionado.

— Genial.

— Lo voy a inscribir a un curso de regularización. Para que entre sin problemas a segundo grado— agregué.

— Tus vacaciones eternas acaban de terminar— bromeó el hombre.

— Que bueno. Yo ya extraño estudiar.

— Eres un niño muy raro— bromeó Wade de nuevo.

Los tres reímos. Realmente Wade era muy agradable.

— ¿Qué vas a hacer ahora?— pregunté un poco más sería.

— No lo sé. Tal vez regresé a casa por algo de ropa— suspiro cansado— tengo que hablar con Peter pero no sé si me siento listo para hacerlo.

— En caso que necesites un lugar, puedes quedarte aquí— ofrecí honesta.

— Pero nos tendrás que hacer el desayuno todos los días— Harley agregó.

— Dudo que me quedé. Mi trabajo está en otro lugar— habló con una sonrisa— no se preocupen por mi. Tengo amigos que me ayudarán.

La mañana siguió con normalidad, Wade se retiró después del desayuno. Me dio su número de celular en caso de alguna emergencia o si necesitaba hablar.

Una vez estuvimos solos, comenzamos con nuestras actividades cotidianas. Tomé un baño y entre los dos arreglamos un poco la casa.

Estaba lavando unos platos cuando mi celular se empezó a volver loco. Rápidamente me quité los guantes para ver qué pasaba.

Eran cientos de mensajes de textos de personas conocidas, todos preguntaban si estaba bien y cosas por estilo. Estaba muy confundida y antes de que revisará que decían, una llamada entró.

— Hola— saludé.

— Tienes que encender la televisión— era mi asistente, se oía muy agitada.

Caminé a la sala, ahí estaba Harley jugando aunque cuando llegué el estaba congelado viendo la pantalla.

— No puede ser...

Fue lo último que dije antes de soltar mi teléfono.

La televisión reproducía un programa de las noticias. El titular de la nota era: "El hijo perdido de Ironman y Capitán América encontrado"

Mostraban fotos de la cena y al parecer había conseguido información confidencial de Harley.

Harley miraba fijamente la televisión, su foto estaba por todos lados.

"Recordemos a la ex de Tony, Pepper Potts, al parecer ella fue quien cuidó del pequeño perdido"

"Toda una santa"

"Si, más ahora que busca devolverlo a su verdadera familia"

Me acerqué a Harley cuando apagué la televisión. Parecía estar en shock.

Me agaché a su altura, pesé a su edad entendía muy bien lo que sucedía.

— ¿Me vas a regalar?— fue lo único que dijo. No parecía tomar atención a lo que habían dicho de él, solo parecía preocupado por saber si me desharía de él.

— Claro que no— lo abracé con fuerza— yo te adopté y no pienso dejar que te alejen de mí.

Él también se aferró a mí. Ahora que todo el mundo sabía la verdad todo se complicaría.

Además de que teníamos que tener una seria conversación sobre su familia biológica.