Harley
La vida es muy injusta. Más de los que a mí gustaría.
Vivir en la calle era horrible, siempre hacia frío o mucho calor y encontrar comida era muy complicado.
Sin embargo, ya estoy acostumbrado a este tipo de vida. Desde que tengo memoria mi vida ha sido complicada, primero viví en un orfanato hasta que una "familia", si así podía llamarla, me adoptó, después esa familia se cayó a pedazos y tuve que aprender a cuidarme por mi cuenta.
Hoy era mi cumpleaños número 7, y estaba solo en un callejón revisando la cartera que acababa de robar, tal vez si tenía suficiente dinero pudiera comprar algún postre para animar el día. Por ahora, lo único que tenía hacer era dirigirme al albergue y descansar, había sido un día muy pesado.
En algunas ocasiones volvía a casa para ver cómo estaba la señora Keener, aunque casi siempre terminaba de mala manera, ella me gritaba lo arrepentida que estaba de haberme adoptado y que yo había sido él culpable de hacer que el señor Keener la dejara. La que había sido como una madre para mí, ahora solo era una alcohólica que me odiaba.
Cuando llegué al albergue, saludé al guardia de la entrada. Ni siquiera me pidió que me registrara, la mayoría de los vagabundos y los encargados me conocían.
- Hola Harley, ¿Qué tal tú día?- me saludo la señorita Pepper, hace dos años ella se volvió la encargada de asegurarse que el albergue se mantenga en buen estado. Desde entonces, siempre me a procurado, se asegura que coma y que me cuide.
- Bien señorita- respondí mientras me alejaba. Tenía mucho sueño, asi que, entre más rápido mi cabeza tocará la almohada más rápido descansaría.
- Me dijeron que te gusta mucho la ciencia- dijo Pepper mientras se acercaba a mí. Eso era cierto, me encantaba la ciencia y estudiar, lamentablemente, la señora Keener se negaba a inscribirme a una escuela. Si sabía escribir y leer era gracias a algunos vigilantes y vagabundos del albergue, los cuales en sus tiempos libres o para mantenerme entretenido se dedicaba a enséñame.
- También me dijeron que hoy es tu cumpleaños.
Eso si que me sorprendió, nadie además de la señora Keener sabia cuando había nacido. No obstante, no pude emitir ningún comentario, ya que ella saco del interior de su bolso un libro realmente grueso, no tarde en reconocerlo.
Por la expresión que puso la señorita Pepper, seguro que mi cara tenía una gran expresión de sorpresa. Aunque, la humedad de mis mejillas parecía decir otra cosa, no me había dado cuenta que estaba llorando hasta que ya no pude contenerme.
Hace mucho tiempo que nadie me trataba con cariño. Pepper se arrodilló y me abrazo, los abrazos siempre me gustaron, pero no había muchas personas que les gustará abrazar a niños en la calle. La abrace tan fuerte pues no quería que la sensación se acabará.
Pasamos algunos minutos juntos, pero sentí mis párpados cerrarse y poco a poco me quedé dormido. Sentí como alguien me cargaba pero después caí en un profundo sueño.
Desperté en una cama bastante más cómoda que las que había en el albergue, y hacia menos frío que en el albergue; cuando realice que no estaba en en albergue me levante rápidamente.
Comencé a ver a mi alrededor, estaba en un cuarto ,de lo que parecía ser un departamento, tenía un ventanal enorme desde el que podía ver toda la cuidad.
Según lo que había aprendido en la calle, si despiertas en un lugar desconocido escapa lo más rápido que puedas, verifique si tenía todas mis cosas; tenía la misma ropa puesta que la noche anterior, revise mis bolsillos y aún tenía todo el dinero en efectivo, también, encontré mi nuevo libro colocado en una mesa de noche, lo tome y inmediatamente me dirigí a la puerta.
Saliendo de la habitación, entre a un pasillo, el cual llegaba a la sala principal del departamento, desde el punto que estaba podía ver todo el departamento, desde la sala hasta la cocina.
- Veo que ya despertaste- oí decirme una voz femenina detrás de mi.
Salte de susto, volteé y me encontré a la señorita Pepper. Al verla me calmé, al parecer no corría ningún riesgo.
- Perdón asustarte Harley, ¿Quieres desayunar?.
Me preguntó de forma amable, yo solo asentí con la cabeza. Me dirigió hacia el comedor, no podía evitar voltear a todos lados analizando mi alrededor, no podía creer de que tamaño era el departamento, era más grande que la casa de la señora Keener y tenía muchas más cosas.
Me senté en la barra de la cocina, mientras que Pepper iba a la cocina por el desayuno.
- Espero que te guste, en lo que estabas dormido pedí un pequeño pastel de chocolate. Para festejar tu cumpleaños.
Pepper dejó enfrente de mi un plato con huevos revueltos con tocino junto a otro plato con una rebanada de pastel.
Apenas el plato fue depositado enfrente mío, empecé a comer, desde hace mucho tiempo no comía algo tan delicioso. Y al parecer a Pepper le gustó verme disfrutar la comida, pues no despegaba su mirada de mí.
- ¿Por qué me trajiste aquí?- pregunté mientras seguía comiendo. No me gustaban los silencios incómodos.
- Pensé que como era tu cumpleaños, deberías descansar en un lugar más cómodo.
Después de esa respuesta seguimos hablando de cosas triviales, no me había sentido tan en casa desde que la señora Keener me abandono.
Al rededor de las 2 de la tarde, Pepper dijo que tenía que volver al trabajo, sabía que ella no solo dirigía el albergue, sino que era la dueña de una empresa, no sabía de qué.
Por lo que ambos salimos del departamento y nos separamos, ella me prometió que nos veríamos pronto en el albergue y que me volvería a invitar a su casa.
Sabía que ella siempre cumplía sus promesas, por lo que no debía preocuparme.
Yo ya tenía planes para el día, hoy abría una convención de ciencia en el centro, y si tenía suerte tal vez pudiera colarme y entrar. Además, hoy estaba más presentable que otros días, Pepper me había dejado tomar un baño mientras ella lavaba mi ropa. Sabía que Pepper no tenía hijos, por lo que mi sueño era que ella logrará adoptar me.
Era una idea tonta, quien querría cuidar de un niño revoltoso como yo, pero soñar no cuesta nada.
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Siempre hay una consecuencia [PAUSADA]
FanfictionAU Post-Civil War Las consecuencias de la Civil War han sido varias, desde el gran daño al aeropuerto hasta las fracturas en el matrimonio de Steve y Tony. Pero la mayor sin duda alguna fue, la desaparición del segundo hijo de la pareja, Harley. Aho...