Siempre hay una consecuencia [PAUSADA]

Cena

Pepper

Cuando salimos del edificio ya había una limosina esperándonos. No quería saber cómo Tony sabía mi dirección, por lo que simplemente solté un suspiro y entré al auto. Harley venía justo detrás de mi, sus ojos brillaban de emoción.

— ¿Por qué este auto es tan grande?— preguntó curioso, se notaba que nunca había visto o estado en una limosina.

— Para tener más espacio y está más cómodos— comencé a explicar.

— ¿Dónde vamos a cenar?— volvió a preguntar. Harley conocía gran parte del área centro de la ciudad ya que había vivido mucho tiempo en la calle.

— No recuerdo el nombre pero es un restaurante italiano, cerca del hotel...— intenté ubicarlo pero tenía un horrible sentido de ubicación.

— Ya se cual es— dijo él, luego agregó— los meseros son buenos.

No quise hacer más preguntas ya que no creía que fuera buen momento para hablar de los momentos difíciles que había tenido que vivir.

Seguimos hablando el resto del camino. Sentía mis nervios crecer cada vez que nos acercábamos. Las ventanas estaban polarizadas por lo que podía notar que había decenas de paparazzis a los alrededores.

Odiaba a esas personas, sabía que era su trabajo pero necesitaba privacidad. Además de que no quería exponer a Harley a esa clase de vida tan pronto.

— WOW— Harley iba pegado a las ventanas por lo que fue el primero en ver a todos los fotógrafos esperando a la entrada del restaurante.

— Agh— me quejé. Harley notó lo molestia y me miró confundido— es que no me gustan las fotos.

De esa forma expliqué, no quería complicar todo.

— No te preocupes, te ves muy bonita hoy— respondió con una gran sonrisa, amaba su inocencia.

— Gracias— hablé de nuevo.

La limosina frenó en la entrada. El chófer bajó del auto y fue a abrirnos la puerta. Solté un suspiro resignado y tomé de la mano a Harley, no quería apartarlo de mi lado.

El chófer abrió la puerta y el bullicio inundó todo. Todos hacían preguntas al mismo tiempo y los flashes de la cámara deslumbraban.

Para mí sorpresa fuera de la limo y junto al chófer estaba Happy. El guardaespaldas de Tony y un viejo amigo, me alegre mucho de verlo.

El apartó a la gente de nuestro camino. Podía sentir a Harley aferrarse a mí, esperaba que estuviera bien, se lo preguntaría al entrar.

Tardamos algunos minutos en entrar pero logramos pasar toda la muchedumbre. Cuando las puerta del restaurante se cerraron tras muestra entrada, volvimos a esta en silencio.

Volteé a ver a Harley, se veía bien aunque temblaba un poco. No obstante estaba más maravillado por el interior del restaurante, qué asustado.

Al notar que él estaba bien, vi a Happy. Sin dudarlo lo abrace, el siempre había sido un gran hombre y ahora que lo pensaba lo había extrañado mucho.

— No puedo creerlo. Cuánto tiempo ha pasado— comentó cuando nos separamos.

— Mucho. Te ves muy bien— respondí.

No teníamos mucho tiempo para ponernos al día pero seguramente nos veríamos en otra ocasión.

— ¿Quién es este hombresito?— preguntó amistoso.

— Soy Harley, su nuevo hijo— respondió sin pena. Él era muy social.

— Qué suerte tienes— sonrió Happy, se veía realmente contento por mí— cuídala mucho.