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De acuerdo, necesito calmarme. Hoy es el puto día del concierto y si eso no me está matando, es el chico chicle rebuscando algo como desquiciado entre los cajones. Me pierdo nuevamente observando su monumento de infarto debajo de su espalda. Dios.

— ¿Qué buscas chico chicle? — Le pregunto todavía sentado desde el sofá.

— Nada. — Me contesta el men rebuscando más y más aventando cosas.

— No parece no ser nada. — Le contesto alzando una ceja.

— Uh... — Sigue buscando y deja las palabras al aire. — ¿Estás seguro de querer saber?

— Supongo...

Él se reincorpora y me observa unos segundos antes de mordisquear sus labios. Me vuelve a dar la espalda y suspira abriendo el cajón de hasta arriba y metiendo sus manos dentro.

— Busco protección. — Me contesta provocando que me ahogue con el sándwich y se me atore el jamón en la garganta mandándome al suelo. ¿Cómo dices que dijiste?

— ¿Protección? — Pregunto desde el suelo después de convulsionar.

— Condones. — Repite de mala gana. — ¿Qué crees? ¿Qué iré a cenar a la casa de Chanyeol y me iré después? Por favor.

No jodan, estoy entre reír o llorar. A la mierda, me voy a enojar.

— Así que te vas a acostar con él. — Le doy una mordida al sándwich. Es el juego suicida. — Felicidades. Veo que con él te pondrás en cuatro muy educadamente y le entregarás tu virginidad.

— No es asunto tuyo. — Me reclama, solo que esta vez no me acuerdo de la canción.

— Adelante, ve y ponte en cuatro. — Comienzo a sentirme más y más molesto. —Siquiera son novios, ¿vas a entregarte así como así? ¿Dónde está tu cuento barato de el hombre perfecto y hacer el amor?

— Chanyeol me ama, yo lo amo. Haremos el amor porque llevamos enamorados mucho tiempo. — Cierra el cajón y observo unos condones en su mano. — Será lo más natural. Para ese entonces ya seremos pareja.

— Pareja de diez minutos. — Me burlo secamente. — Qué jodido abre pierna seres, Jimin.

— ¿Qué? — Él voltea a verme enfurecido. — ¡Llevo dos malditos años enamorado de él, Yoongi!

— Y te lo vas a tirar. — Contesto con una sonrisa sarcástica. — Felicidades por tu inteligencia y ofrecerte como si nada. ¿Tú elegiste cenar en su casa?

— Él me lo pidió. — Se cruza de brazos. — No es asunto tuyo de todos modos, ¿bien gran idiota? No estoy afirmando que me acostaré con él, es sencillamente prevenir.

— Solo te haré una pregunta. — Le digo levantándome y acercándome a él de brazos cruzados. — ¿Él te hacía caso antes de que se enterara que le gustabas?

— ¡Claro que sí! — Espeta antes de quedarse callado unos segundos —. Bueno...me preguntaba por trabajos escolares a veces o por la fecha. Alzo más mi ceja.

— ¿Y luego?

— Y le dije que me gustaba — Sigue. — Y pues... él me dijo que también le gustaba, me pidió la cita a la semana y quedamos en su casa. — Alza sus hombros.

— Entonces mágicamente comenzó a prestarte atención cuando se enteró que babeabas por él. — Sigo negando con la cabeza suavemente. Pobre idiota. — Y te pide quedarte a cenar en su casa. ¿Al menos ya te dijo que serán novios?

— Me pedirá serlo allá. — Se defiende con mala cara. — ¿Te lo dijo? Silencio. Chico chicle desvía la mirada.

— Es obvio que lo hará, ¿para qué más me pediría una cita? —Pregunta riendo.

Candy Rock RoomateDonde viven las historias. Descúbrelo ahora