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Ya llegó por quien lloraban. ¡Qué hondura básicos! ¡Llegó el potro, el divo y el que te vuela los calzones con su pepino! ¡A que sí!

Me encuentro felizmente sentado en la sala observando en VIP diamante el desfile del fabuloso, increíble e inigualable chico chicle. Me ha mostrado ya cuatro modelitos y no puedo esperar a ver el último. Yoongi Junior se va a estrellar contra el techo, ya sé, pero hay que hacer sacrificios.

Yo ya me estoy cogiendo al rico chico chicle contra la isla de la cocina, el sofá, el capó de la camioneta de Taehyung y en su universidad aunque no tenga idea de dónde está. Subo más a la música y atrapo mi labio inferior entre mis dientes al ver la manija de la puerta del baño moverse. Debo evitar lanzarme como perro cuando lo veo salir con una simple bata blanca que lo tapa hasta las rodillas.

— ¿Chico chicle? — Pregunto.

Él alza su índice—: Calla.

Yo pestañeo y se coloca frente a mí con una sonrisa maliciosa. Este cabrón me va a torturar, lo veo en su falsa carita de inocente. Es más, ya hasta lo está gozando. Qué perra, qué perra mi amiga.

— Yoongi — Canturrea captando mi atención de nuevo.

— ¿Mhhhh? — Pregunto sonriéndole. Él quita el cordón de la bata y la avienta junto a mí.

¡Ay cabrón! ¡Esta perra se pasó! ¡SE PASÓ! ¡TRAIGAN LA BIBLIA! ¡UNROSARIO! ¡SATANÁS! ¡A TAYLOR! ¡ALGUIEN!

— Hijo de puta. — Es lo único que puedo susurrar antes de sentir mi erección empujar contra mi pantalón y mi boca hacerse agua.

Él esboza una tierna sonrisa y da una linda vuelta presumiéndome su colita de gato. Observo la ropa interior púrpura y negro de encaje y su erección marcada. Paso saliva. Mierda, mierda, mierda. Lo recorro de nuevo viéndolo modelar y me centro en sus duros pezones y su blanco abdomen. Amén. Amén. Amén. Que el señor esté conmigo.

— ¿Te gustaaa~ ? — Me pregunta modelando con una sonrisa tierna mientras sacude su enorme culo y agita su cola cerca de mi cara. Puta madre.

— ¡Pero no estoy haciendo nadaaa! — Se queja puchereando.

— Estás siendo sexy, ¡no sé cómo le haces pero estás siendo sexy! — Le reclamo. Pinche Ozuna que ya me deje en paz. — Sabes qué, ¡a la verga! ¡En cuatro!

— ¡Tú no me dices qué hacer! — Me reprocha cruzándose de brazos.

Yo me levanto en seco del sofá y él se encoje. Avanzo hacia él a grandes y seguras zancadas mientras él va retrocediendo apurado. Da contra la mesa y coloca una mano detrás de él para apoyarse y hacerse hacia atrás cuando yo me inclino hacia él.

— Eh... ¿un chicle? — Me pregunta alzando uno entre nuestros rostros con una sonrisa nerviosa.

— ¿No prefieres una paleta? — Le sonrío y lo escucho pasar saliva.

— T-tú dijiste que solo te iba a modelar. — Susurra mordiendo de nuevo su labio inferior.

— ¿Por qué te haces? — Pongo los ojos en blanco. — Se ve que me traes tremendas ganas.

— ¡P-porque estoy enamorado de Chany! — Me reprocha de vuelta.

— ¿Really? — Alzo una ceja.

— Me parece una falta de respeto que si quiera lo dudes.

— B-bueno. — Él desvía la mirada ligeramente sonrojado. — No es que lo dude, es solo que me da miedo.

— A mi pene no le van a salir dientes y te va a morder.

Candy Rock RoomateDonde viven las historias. Descúbrelo ahora