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No mamen.

Voy a partirle el hocico a Jungkook pro estar berreando a las siete de la mañana porque le duele la panza debido a todos los takis con los que se atascó en la madrugada. El chico chicle se mantiene como una tumba sin mover ni un pelo mientras yo me estoy tapando con la almohada y suplicando que Taehyung le de un buen golpe para calmarlo. Y vaya sorpresa, Yoongi junior también despertó.

¡Ah! ¿Soy el único raro que le habla a su polla?

— Buenos días kuchurrumín. — Le digo con voz aguda a mi polla sobando con mi índice a través de la tela del pantalón. — ¡Ya armaste la tienda de campaña! ¡Ay pero qué lindo! ¡Vamos, cuenta conmigo del uno al diez y vamos a crecer! ¡Arriba!

¡Eso es todo carnal! ¿Listo para tus mimos mañaneros? ¡A que sí! ¡A que sí!

— ¡¿Pero qué mierda crees que haces?!

Doy un respingo. ¡Puta madre! ¿Qué carajos le pasa al chico chicle por gritarme así? ¡Yoongi junior ya se volvió a esconder! ¡No jodan, yo lo mato!

— ¡Me la pusiste aguada! — Le grito enfurecido y chico chicle me observa perplejo.

— ¿Le estabas hablando a tu pene? — Me pregunta en una pokerface que ni Lady Gaga tiene.

— Y tú interrumpiste mi sesión. Muchas gracias. — Me cruzo de brazos. — Yo bien que me quería masturbar contigo al lado y mancharte tu cara pornográfica de semen. Cara preciosa. Labios de puta. Culo de infarto. Eres muy follable, ¡deja de verme así!

Él frunce su nariz y gruñe de mala gana antes de darme la espalda.

— ¡No, bebé! ¡Es broma! — Le digo colgándome de él. — ¡No eres una puta, eres mi puta! ¿Verdad que sí?

— Tienes exactamente tres segundos para retirar tus brazos de mi cadera o te daré una patada en los huevos que te dejará sin herencia veinte décadas.

— ¡Ay pero no te enojeeees!

— ¡Cállate!

— ¡Es que no me tienen paciencia!

— ¡Cállate, cállate, cállate!

— ¿Alo, el departamento 71? Se les escapó la bruja. — Le digo a mi mano.

Jimin se prende en llamas y yo me cago de la risa pese a que me está ahorcando con sus manos adorables. Se coloca sobre mí y sigue apretándome el cuello mientras me hace de adelante hacia atrás insultándome hasta en filipino.

— ¡Es que si vuelvo a oír tu voz voy a explotar! — Me grita.

— ¡ALLAHU AKBAR! ¡ALLAHU AKBAR!

— ¡NOOO CÁLLATE! —Chilla.

— ¡PUTO EL QUE LO OIGA! — Grita Jungkook abriendo la puerta en una patada y con unos calzones en la cara. — Esperen... este no es el cuarto de Nam,¿verdad?

— Eh... no. — Contesto alzando una ceja. — ¿Por qué tienes un calzón en lacara?

Él cierra la puerta sin dar contestaciones. Observo a Jimin aún en mi pecho y con la vista muy puesta en la puerta. Yo muerdo mis labios y sin pedirle permiso coloco mis manos en su gran culo y lo aprieto con fuerza soltándole un gemido. Él voltea a verme estallando en rojos.

— ¡No hagas eso! —Dice sonrojado.

— Eres como el barandal del metro. Estás todo manoseado.

— ¡Hey! — Me grita. — ¡Ni hablemos de ti que eres como el aire a los pulmones!

— ¿Y eso? —Alzo una ceja.

Candy Rock RoomateDonde viven las historias. Descúbrelo ahora