Amor desde las sombras

Capitulo 7: la enfermeria

Nota del autor:

Como lo prometido es déuda, queremos aprovechar este pequeño espacio para agradecerle a una personita muy especial, TPWK_141 muchísimas gracias por dedicarle tiempo al libro y por ayudarnos a compartirlo, te amamos con todo nuestro corazón ♡
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Desperté en la enfermería del instituto. ¿Por qué?, la verdad no lo sabía y tampoco recordaba mucho de lo que había sucedido.

"Es hora de que alejes lo malo del pasado. El no va a ser diferente"

El dolor de cabeza se combinaba dañinamente con la voz de mi subconsciente, la cual deseaba que no hablara en este preciso momento momento.

-He tratado de hacerlo muchas veces pero no lo he logrado, siempre suelo sentirme mal- respondí con la voz adormilada, pero en voz alta como era de costumbre.

-Deia, me alegra que estes bien.- escuche las voz de Ben, quien se encontraba sentado a mi derecha en un sillón.

-Oh, hola Ben. Lo lamento muchísimo, no quería mol...- fui interrumpida por Ben antes de lograr terminar mis disculpas.

-Ya sabes, tu madre no pudo venir.- dijo triste mirando hacia el piso.

-Era de esperarse. Nunca puede.- dije girándome en la camilla hacia su dirección. -pero por lo menos te tengo a ti, siempre te he tenido junto a mi. Aun me acuerdo cuando fuiste mi acompañante para la obra de teatro.

-Recuerdo perfectamente ese día, fui una excelente bailarina, la mejor de todas.- bromeó entre risas.

-Lo admito, fuiste el mejor.- reí en por un momento, pero al analizar la situación el llanto se abalanzó sobre mis ojos haciendo rodar un par de lagrimas sobre mis mejillas. -Mi madre no ha estado ahí para mi, por eso te agradezco tanto Ben. Se que aveces me equivoco contigo, pero créeme que eres el padre que nunca tuve. Te amo papá.- dije tratando de detener mis lágrimas pero seguían bajando como cascadas.

Guíe mi mirada hacia la de Ben. En ella se reflejaba felicidad y tristeza combinada de una forma increíble. Lloraba mientras sonreía.

Se puso de pie y caminó hasta la camilla para atraparme en un abrazo.

-Y tú eres la hija que siempre soñé tener.- se soltó del abrazo para abrir el mini refrigerador que se encontraba al lado del sillón. -te traje un helado para que te sientas mejor. Es de tus favoritos.- tomo un poco de helado en su dedo para embarrarlo en mi nariz.

-¡oye!, eso está frío- dije entre risas -es hora de que regreses a tu trabajo, estaré bien.

-Deia...

-Estaré bien dije- repetí frunciendo mi ceño y formando un puchero con mis labios. Sabía que el no quería dejarme ahí sola, pero tenía que volver a su trabajo si no quería acabar despedido.

Ben sonrió y salió de la enfermería asegurándose de que yo estuviera bien.

El helado que me regaló Ben hizo que mi sueño volviera, así que di la espalda a la persiana azul que dividía las habitaciones de la enfermería la cual se encontraba a mi izquierda para echar una siesta, pero una voz interrumpió mi sueño.

-Así que hablas sol...- la voz se detuvo cuando abrió la persiana. No pude observar ya que estaba de espalda y tampoco me interesaba echar un vistazo para observar quien era.

Estaba en un trance de sueño y lo menos que me importaba en ese momento era voltear a mirar para averiguar quien demonios era la persona que se estaba encargando de interrumpir mi sueño.