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Jiang Cheng lo invita a que regrese a la habitación del hotel y no puede evitar sentir que lo está llevando a su propio funeral.
Encuentra a los otros tres miembros de la Banda reunidos en la gran sala, con expresiones sombrías.
—Bueno, aun que sea los veré por última vez.
Se sienta en el sillón y Jiang Cheng toma asiento a su lado, su muslo roza el suyo.
—¿Está es tu manera de pedir un abrazo?
—Si así fuera, ¿me lo darías? —lo desafía con la mirada y su corazón salta.
Pero antes de que pueda actuar de una forma u otra, Jin GuangYao interrumpe.
—Miren, no quiero sentarme y hablar de nuestro sentimientos y eso. Creo que es bastante obvio que todos nos sentimos mal.
—Wei WuXian es muy talentoso, pero nuestros fanáticos no lo quieren a él. Quieren a Xue Yang —suspiro cansado.
—Wen Ning tiene razón. No puedo convertirme en Xue Yang.
—Gracias a Dios por eso.
—Creo que lo mejor es irme para que ustedes puedan recuperar a Xue Yang —traga saliva a pesar del nudo en su garganta, obligando a las siguientes palabras a salir de su boca—. Renunciaré si es lo que quieren. Yo la...
Pero antes de que las palabras salgan por completo de su boca, Jiang Cheng se levanta de un salto, agitando sus brazos.
—¿Se dan cuenta? Esto era lo que me preocupaba. Si siguen así vamos a perder al mejor talento que hemos visto. Wei WuXian es muchísimo mejor que Xue Yang —dice el nombre de Xue Yang como si fuera una maldición—. Así hay que dejar el maldito ego y encontrar una mejor solución.
Nie HuaiSang asiente con la cabeza en señal de acuerdo con lo que dijo Jiang Cheng.
—A-Cheng tiene razón. Xue Yang se fue. Y no volverá. Tenemos que lidiar con eso o podríamos tener que darle un beso de despedida a esta banda.
—Entonces, ¿Cuál es la solución?
—¿Qué hacemos ahora?
Jiang Cheng se dirige hacia él. —¿Qué crees que deberíamos hacer, Wei WuXian? Porque a nosotros no se nos ocurre nada.
—Creo que deberíamos empezar de nuevo. Tienen razón en que no soy Xue Yang. Necesitamos encontrar un nuevo sonido que se parezca a mi...no a él.
—Continúa... —GuangYao se interesó.
—Obviamente a nadie le va a gustar que toque canciones de Xue Yang, yo am..tal vez deberíamos dejar de tocar las canciones de él.
Hay un largo silencio mientras todos consideran la magnitud de su propuesta.
—Eso significaría empezar desde cero —Wen Ning hablo sorprendido.
—Se que es pedir demasiado, sobre todo teniendo en cuenta que soy el chico nuevo que casi arruina todo. Pero vale la pena intentarlo, ¿verdad?
