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ACTUALIDAD
TODO AQUEL QUE CAMINABA POR KETTERDAM, temía a encontrarse con Nereida. Siempre que la chica andaba por la calle, se iban anunciando uno por uno su llegada y nadie se atrevía a cruzarse en su camino, pues temían a que la joven contase sus secretos.
Ahora era uno de aquellos momentos. La morena caminaba por la calle, con su negro vestido moviéndose con cada paso. Las personas que se encontraban en el camino, la esquivaban algo temblorosos. Aunque en aquel momento Nereida no pensaba en hacer sufrir a alguien, no a alguien que en la calle se encontraba.
Dos hombres caminaban detrás de ella, mientras uno era alto y daba miedo. El otro parecía dar ternura, pero la verdad es que era peor que el hombre a su lado.
Los tres se dirigían a un pequeño hostal donde se encontraba aquella persona a la que querían "entrevistar". Nereida parecía más enojada de lo normal, su rostro estaba extremadamente serio y su mirada expresaba frialdad. Totalmente diferente a su expresión común, que viajaba desde una sonrisa sarcástica, a unos ojos llenos de picardía y secretos.
Recientemente una de las chicas del burdel que manejaba Nereida, había desaparecido. La mujer había decidido ir con un cliente, pero nunca volvió. Aquello era algo que enojaba a Nereida, pues por algo creó su burdel. Era el método de la revolución, ella no metía a nadie allí, ellos entraban porque querían dinero y sabían que la protección de Nereida siempre estaría de su lado si en su burdel se encontraban.
Después de tantos años encerrada en uno, la morena entendió que no todos estaban allí porque los habían raptado, sino porque necesitaban algo que comer, algo de lo que vivir. Justo por eso Nereida creó un burdel luego de salir de aquella prision.