Capítulo 22

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POV Carmín
Seguimos aquí en la casa de los Gutiérrez esperando a Bia y Manuel. Esto es tan injusto para ellos. Me duele el saber que todo esto está sucediendo de esta manera.

Mi vista se centra en el piso arriba donde está Alex junto con Víctor. Alex le mira y no puedo evitar recordar lo que hablamos en el baño.

Alex: Tengo que hablar con vos.

Carmín: ¿Qué pasa?

Alex: Terminé con Bia —asentí lentamente—. Y me aseguré que no se sintiera culpable por ello.

Carmín: Era lo mínimo que podías hacer —le dije molesta.

Alex: Hay más —lo miré atenta—. Manuel se va mañana a primera hora, se va a España junto a Mara.

Carmín: ¿Qué?

Alex: Tranquila —se acercó—. Hablé con Mara y me dijo que ella podía impedir el viaje pero con una condición.

Carmín: ¿Cuál? —suspiró.

Alex: Tendrás que juntar a todos los que sabían el secreto y decirles lo siguiente… Que te enteraste que Él se va y hablaste con Mara para impedirlo —fruncí el ceño.

Carmín: ¿Por qué no querés que sepan que fuiste vos?

Alex: No siento que tenga derecho a llevarme el crédito esta vez —sonreí. Así que por fin estás aprendiendo, Alex.

Carmín: ¿Y qué hay que hacer?

Alex: Aillén, Bia, Erick, Helena, Jhon y vos tienen que alejarse de él.

Sacudí mi cabeza y dejé de mirarlo. Mara estaba a unos pasos de mí y me miraba riendo. Rodé los ojos y me acerqué.

Carmín: ¿Ahora qué?

Mara: Por fin obtuve lo que quiero —dijo con una gran sonrisa. Negué.

Carmín: Lo que conseguiste es hacerte infeliz junto a Él.

Mara: Eso no es cierto.

Aillén: Claro que lo es, Mara. No podés ser feliz con alguien que no te quiere.

Jhon: Él quiere a Bia y lo sabés —los tres la miramos.

Paula: Eso no importa chicos —se acercó junto a Antonio.

Antonio: Hay un contrato de por medio y no se puede hacer nada —y en ese momento, como un balde de agua fría, la realidad de mi familia cayó sobre mí.

También tenemos un contrato con los Kuntz y Bia es quien debe cumplirlo. Miré a Helena que solamente agachó la mirada.

Helena: Los contratos de ese tipo pueden destruir muchas vida.

Escuchamos pasos aproximándose y vimos a Bia y Manuel volver. Los dos tenían los ojos hinchados por las lágrimas y de hecho Bia seguía llorando. Mara se acercó abruptamente para separarlos y Helena solamente fue abrazar a Bia.

Paula: Ahora les pido que de vayan y cumplan con lo que han dicho.

Nos sacó a los seis de la casa. Ya una vez afuera, todos nos miramos, la tristeza claramente demostrada en nuestros rostros.

Jhon: Bueno… —fue el primero en hablar. Tenía la voz quebrada y se notaba el gran esfuerzo que hacía para contener sus lágrimas— Debo irme a casa… Nos vemos luego.

Dio media vuelta y comenzó a caminar. Me sentí mal por él, en un mismo día perdió no solo a su mejor amigo, también perdió a mi hermana.

Aillén: Bia… —la abrazó para consolarla. Helena se acercó a mí y me abrazó mientras las mirábamos a ambas.

Bia: Punto y aparteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora