Todos x Perú (historias cortas)

Canadá x Perú (parte 1)

Pov. Narrador

- Por la ... -inhaló enojado el peruano- ya te dije por milésima vez que no, deja de insistir.

- Por favor ~ -suplicaba cariñosamente el mexicano- vamos palomita, solo este favor, ¿sí?

- ¿N-O?

- Ya wey ...

- Ya estás grandecito, bien puedes hacerlo tú mismo.

- Me ofendiste Perú ... me ofendiste regacho ... -dijo mientras fingía secarse unas lágrimas.

- ... -el blanquirojo lo veía con el ceño fruncido- Tú ganas ... -susurra mientras voltea su cabeza para otro lado.

- ¿Qué? -alzó rápidamente su mirada.

- Que está bien ... -volvió a susurrar con un leve puchero.

- ¿Cómo dijiste? -preguntó el mexicano, aunque realmente sí lo había escuchado, solo lo hacía de broma.

- ¡Que tú ganas! Lo haré -volteó a verlo con claro enojo.

- Ay, pero no te enojes.

El peruano suspiró desganadamente para seguir caminando hacia la entrada de su universidad. El mexicano caminaba a su lado mientras buscaba algo en su mochila.

- ¡Aquí está! -el tricolor saca un sobre y lo señala.

- Vaya, ¿de verdad lo hiciste tú? -agarró el sobre y levantó una ceja al ver la decoración.

- ¡Oye! Soy muy bueno si me lo propongo -mencionó con los brazos cruzados, señal de indignación.

- Conste que si no lo acepta, no es mi culpa -guardó el sobre con cuidado.

- Gracias Perú, eres el mejor -dijo emocionado.

- Lo sé, Mex, lo sé -llevó su mano a su pecho, haciendo una pose diva.

El peruano relajó su ceño y sonrió levemente. Aunque este se borró al darse cuenta en la situación en la que se había metido. Esperaba no arrepentirse luego.

Pov. Perú

Una semana ... Una semana en la que México ha estado jode que jode con que le haga este favor. Sé qué tan insistente puede ser y, según él, yo soy su única esperanza. Sinceramente, no me quiero meter en esto pero ya acepté, solo me queda ser "el cartero".

Verán, en este sobre hay una carta, una de confesión. México me pidió que se lo entregara a Canadá. Al principio, me negué por lo mismo que me resultaba absurdo que fuese yo quien se lo diera. Aunque debo admitir que México tiene un buen punto ...

- No, entrégaselo tú -le dije medio confundido.

- Pero si se lo entrego yo, no lo aceptará -me dijo México- en cambio, si se lo das tú, tengo chance de que lo lea.

- ¿Qué te hace creer eso?

- ¡Son amigos desde hace tiempo!

- mmm -era verdad, Canadá y yo nos conocimos en el Kinder y éramos mejores amigos, pero con el tiempo nos separamos y actualmente ni nos hablábamos.

Canadá era conocido como uno de los chicos más populares en la universidad. ¿Y como no serlo? Es guapo, alto, fuerte, amable, inteligente y venía de una muy prostigiada familia. Él es todo lo que muchos de las mujeres y donceles sueñan como pareja.

Sin embargo, también se sabía que él rechazaba todas sus confesiones, así como no aceptaba cartas. No lo culpo, me imagino lo fastidioso que puede llegar a ser eso, además de que no todos lo buscan con buenas intenciones. Lo sé porque una vez escuché a una chica decirle a sus amigas que si fuera la novia de Canadá, su vida estaría arreglada. Ella era medio creída, así que no fue sorpresa para mí que la rechazaran.