Todos x Perú (historias cortas)

Corea del Norte x Perú (parte 1)

Pov. Narradora

Se encontraba un country de mirada muy seria en su escritorio, con uno que otro documento en mano. Él se hallaba releyendo y organizando sus archivos, totalmente concentrado en aquel cuarto, donde, a su al frente, había una gran ventana con las persianas semiabiertas que dejaban pasar los rayos del sol.

Sin embargo, ese ambiente tranquilo y silencioso es abruptamente interrumpido por otro country que abre la puerta de aquel cuarto.

Psdta: En esta parte, los personajes están hablando en su respectivo idioma; sin embargo, lo escribiré en español.

- Creí haberte dicho que tocaras antes de entrar -menciona el country de tez azul con el ceño levemente fruncido, estaba algo molesto por que le sacaron de su zona de confort.

- Sí... Lamento eso hermano, quería avisarte que saldré más tarde y puede que no regrese hasta mañana -responde inmediatamente el de tez blanca.

- ... -deja los archivos que tiene en sus manos y voltea su silla giratoria hacia el surcoreano para verlo mejor- y... ¿a dónde y con quiénes irás?

- Iré a Japón, me invitó a uno de sus festivales, solo estaremos los dos y un amigo más... -responde un tanto nervioso, a veces el norcoreano podía llegar a ser muy intimidante con aquellas preguntas y qué decir de su mirada fija. Aunque en parte le daba gracia, ya que parecía una mamá preguntando por toda la información necesaria para luego ver si nos da o no permiso para salir.

- ¿A qué hora te irás?

- Saldré a las 5 p.m.

- Bien... eso es dentro de unas horas. Te veo en la salida de la casa a esa hora, iré contigo -el norcoreano nota que su hermano quiere hablar pero se queda callado, suspira- Últimamente, sales mucho con ese "amigo más" -cruza ambos brazos- Solo iré para conocerlo.

- Ah... Bueno, te veo más tarde -se retira el surcoreano, cerrando la puerta.

No hay que mal entender al norcoreano, él no iba a ir de chismoso o de metiche, es solo que se preocupa mucho por su hermano, aunque no quiera decirlo tan abiertamente.

El tiempo pasó hasta la hora acordaba por ambos coeranos, quienes ahora se encontraban con una maleta cada uno en la puerta frontal de su hogar.

En frente de ellos, aparece su chofer personal, quien los ayuda a cargar sus maletas al vehículo y les abre la puerta para que ingresen. El camino al aeropuerto fue tranquilo, no había un ambiente tenso pero sí que era silencioso. De igual forma fue su viaje en avión, todo de lo más normal.

Al llegar al territorio japonés se encontraron con el country de este lugar.

- Hola Sur -dice el japonés a punto de abrazarlo, pero se detiene al ver a su acompañante- ¿Norte?

- Eh... sí -responde el surcoreano, llevando una de sus manos a la nuca- Él quizo acompañarnos esta ocasión.

- Ok, pero... ¿le dijiste que use el traductor? -dice señalando su oreja con una de sus manos. El japonés ya llevaba puesto el suyo.

- Oh... lo olvidé.

- ¿De qué están hablando? -entra a la conversación el norcoreano.

- Es que, mi otro amigo habla español y todavía no entiende mucho el coreano y el japonés, así que usamos este aparato para entendernos -explica el surcoreano, sacando dos aparatos de su maleta, uno se lo da a su hermano y el otro se lo coloca.

- Entiendo -dice Norte, colocándose algo incómodo aquel aparato, era la primera vez que usaba algo así.

- Y... ¿dónde está él? ¿todavía no llega? -pregunta Sur con cierta preocupación.